La Corte Internacional de Justicia de La Haya dará a conocer este viernes, en una sesión pública, si accede al pedido de Sudáfrica de ordenar a Israel que cese el fuego en la Franja de Gaza para “proteger contra daños mayores, graves e irreparables los derechos del pueblo palestino”.
En su presentación judicial, Sudáfrica acusó a Israel de violar con esta ofensiva la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Manifestó que la política llevada adelante en Gaza coincide con declaraciones de altos cargos israelíes que muestran un “patrón de conducta genocida”.
Sobre esa cuestión de fondo todavía no se pronunciará el tribunal, pero sí dará a conocer si accede a ordenar que cesen las hostilidades mientras dirime si se violó o no la convención de 1948. Se trata de un fallo de acatamiento obligatorio.
El gobierno israelí espera que la corte “desestime estas acusaciones espurias y engañosas”, dijo su portavoz Eylon Levy, según informó la agencia Efe. Ante el tribunal, el 12 de enero, Israel argumentó que su ofensiva se justifica por su “derecho inherente a defender a sus ciudadanos” del movimiento islamista Hamas, que en octubre lanzó un ataque contra en territorio israelí en el que mató a 1.200 personas y secuestró a 240.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció este jueves que se reuniría con los ministros de Justicia y de Asuntos Estratégicos, con la fiscal general y con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la postura que adoptarán ante el fallo.
Hamas, por su parte, emitió un comunicado en el que afirmó que “en caso de que el tribunal de La Haya decida un alto el fuego”, y “siempre que el enemigo lo respete”, está dispuesto a cesar las hostilidades.
Agregó que también está dispuesto a liberar a los más de 100 rehenes que todavía retiene en Gaza si Israel libera a palestinos presos en sus cárceles. Para esto será necesario, además, que Israel termine con “su bloqueo de 18 años sobre Gaza y permita [el ingreso de] toda la ayuda necesaria para el alivio del pueblo palestino y su reconstrucción”, manifestó.
Desde octubre la ofensiva israelí dejó más de 25.900 muertos y 64.000 heridos, y desplazó al 85% de la población, a la que le limitó el acceso al agua, el alimento, la electricidad y el combustible. Destruyó, además, la mayoría de las viviendas de la Franja de Gaza, así como universidades, museos, hospitales, escuelas y mezquitas.
Ashraf al Qudra, el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, donde gobierna Hamas, denunció este jueves que un ataque de Israel mató a 20 personas que hacían fila para recibir ayuda humanitaria en el norte de la franja, y causó heridas a otras 150. “La ocupación israelí cometió una nueva masacre contra miles de bocas hambrientas que esperaban ayuda humanitaria en la rotonda Kuwait, en la ciudad de Gaza”, dijo.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunció que aumentó a 13 el número de víctimas que dejó un ataque contra un refugio de ese organismo en la ciudad de Jan Yunis, el miércoles. El bombardeo hirió a otras 75 personas, 15 de las cuales se encuentran en estado crítico. Israel negó haber lanzado ese ataque.
Thomas White, integrante de ese organismo, manifestó que “hay 43.000 desplazados internos registrados en este refugio de UNRWA masivamente superpoblado, y todos ellos se encuentran ahora en el epicentro de la guerra en la Franja de Gaza”. Agregó que “sus vidas corren peligro por la cercanía de los combates” y que “muchos ya han sido desplazados varias veces y no tienen adónde ir”.
Según citó la agencia Europa Press, White denunció también que “durante todo el día y hasta primera hora de la noche [del miércoles] se negó el acceso al lugar a las ambulancias” y a sus propios equipos de emergencia.
“Este refugio ha sido alcanzado directa e indirectamente por la actividad militar 22 veces desde el 7 de octubre de 2023. El ataque de ayer fue el tercero directo contra este complejo. Edificios en los que ondea la bandera de la ONU han sido alcanzados al menos dos veces por fuego de tanques, sin previo aviso”, agregó.
White señaló que la UNRWA “comparte la ubicación de sus refugios directamente con las autoridades israelíes” y había “recibido garantías de que las personas en su interior estarían a salvo”. Según las autoridades de Gaza, en 24 horas murieron 200 palestinos en ese territorio.