Para Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, es necesario que “el mundo sepa que el pueblo argentino no está callado”. Por eso respaldó la convocatoria a la movilización prevista para este miércoles desde las 12.00, en Buenos Aires, frente a la sede del Congreso. Dijo que es la manera en que el pueblo decidió protestar y hacer “un llamado de atención por toda esta situación que estamos viviendo con este gobierno tan extraño”.
La convocatoria surgió a partir del paro general de 12 horas dispuesto por la Confederación General del Trabajo (CGT) en rechazo al decreto de necesidad y urgencia firmado en diciembre por el presidente Javier Milei, y contra la llamada “ley ómnibus”. Los dos paquetes de medidas desconocen derechos de los trabajadores, desregulan diversos ámbitos e impulsan privatizaciones. También son cuestionados porque concentran potestades en el Ejecutivo, en perjuicio de la división de poderes.
Desde que se anunció la medida, el número de organizaciones convocantes fue en aumento. Incluyó a las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), distintos colectivos y organizaciones sociales, así como partidos políticos. Convocan los sectores que integran el frente Unión por la Patria, que impulsó la candidatura de Sergio Massa a la presidencia, así como el Frente de Izquierda y de Trabajadores, que postuló a Myriam Bregman.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, dijo este martes que la CGT “está del lado equivocado de la historia”, que está “en contra de la gente que trabaja” y que la convocatoria de este miércoles “es un absoluto sinsentido”. Cuestionó que no se hayan dispuesto medidas similares durante el gobierno pasado, y pidió que se garantice que quien “quiera trabajar lo haga”.
En este último punto insistió la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que afirmó que se aplicará el llamado “protocolo antipiquetes” para evitar que las movilizaciones corten calles, y llamó a marchar por las veredas. Ese protocolo, que limita el derecho a la protesta y dispone una serie de medidas para identificar a las personas y organizaciones que participen, con el fin de sancionarlas, es otra de las políticas del nuevo gobierno argentino que generó repudio de parte de los trabajadores.
Bullrich habilitó una línea telefónica para recibir denuncias acerca de presiones y extorsiones que podían recibir los trabajadores para sumarse al paro, y dijo públicamente que se estaban recibiendo 1.000 llamados por día. Sin embargo, según informó Página 12, el Ministerio de Seguridad no entregó esas denuncias al fiscal Gerardo Pollicita, que las solicitó dos veces.
Para Milei, los que convocan al paro defienden “un modelo populista” que “generó un país con un 50% de pobres y un 10% de indigentes”. En su opinión, hay dos Argentinas, y una “se quiere quedar en el atraso, en el pasado, en la decadencia”.
El dirigente de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky dijo que “Milei se autopercibe como un líder mesiánico que va a hacer que la Argentina vuelva a ser la de 1905, un país en el que los pobres no tenían ningún derecho, en el que eran anónimos y se padecía el hambre en silencio, agachando la cabeza, y en el que los pocos que salían a luchar eran reprimidos ferozmente”. Pero “va a pasar a la historia como otro más de los que quisieron llevarse por delante a la Argentina y chocaron contra los que tienen dignidad para defender sus derechos”, dijo.
Pablo Moyano, dirigente de la CGT, prevé que la movilización “va a ser incontrolable por la cantidad de laburantes movilizados”. El sindicalista dijo que a los trabajadores “nadie” los “corre con multas ni con milicos”, y afirmó que Bullrich quiere “demostrar autoridad” ante “sus mandantes, las corporaciones que hoy gobiernan el país”.
“¿Cómo vamos a respetar el protocolo? ¿Me llevo a upa a los 40.000 camioneros que voy a movilizar? ¿O en fila india? Es imposible”, concluyó Moyano. En declaraciones a la radio Urbana Play, Bullrich respondió: “Moyano que los lleve a upa si quiere, que los lleve como quiera, pero nosotros vamos a hacer cumplir el protocolo todo lo que podamos. Es nuestra obligación decirle a la sociedad que está liberada de ver, cuando se levanta, si hay un piquete o no”.
Uno de los titulares de la CGT, Héctor Daer, dijo a esa radio que mucha gente va a sumarse al paro y la movilización porque la “bronca” de la gente llegó a distintos sectores de la sociedad. El dirigente pidió a los manifestantes “actuar con sentido común” y “no meterse en ninguna provocación ni show, que es lo que a veces se pretende con algunas sobreactuaciones”.
La Asociación de Trabajadores del Estado anunció que extenderá el paro por 24 horas a partir de la medianoche de este martes, y la organización Somos Barrios de Pie comunicó que hará una vigilia frente a la residencia presidencial de Olivos, antes de sumarse a la movilización frente al Congreso, donde los legisladores tratarán la ley ómnibus.
Distintas organizaciones sindicales internacionales respaldaron esta convocatoria, y están previstos actos de solidaridad en varios países. En Uruguay, el PIT-CNT convocó a una movilización a las 13.00 en Cuareim 1470, ante la embajada de Argentina.