Íñigo Errejón anunció que abandonará sus cargos como diputado del Congreso español y vocero de la bancada de la coalición de izquierda Sumar, así como todas sus “responsabilidades políticas”. Según informó el portal Público, la decisión fue anunciada después de que se conocieran denuncias de varias mujeres que relatan haber sufrido maltratos psicológicos o agresiones sexuales del dirigente.
Pocos días antes, la periodista y activista Cristina Fallarás, que publica en su cuenta de Instagram testimonios anónimos de víctimas de violencia sexual, difundió el relato de una mujer que si bien no mencionó el nombre de Errejón, describió a su agresor como un diputado y político “muy conocido”, que vive en Madrid, al que definió como un “indignado social” y acusó de ser un “un maltratador psicológico”. La denunciante dijo que le “habían avisado del trato que les daba a las mujeres, pero dada su posición política” no creyó que eso fuera verdad.
“Esta es la dinámica que emplea: ser extremadamente simpático inicialmente para engancharte, cuando ve que ha conseguido algo empiezan los desplantes y el gaslighting (siempre eres tú que no entiendes al diputado). Por la tarde te muestra afecto e incluso te hace proposiciones de relación y a las dos horas te echa de su casa. Si haces algo que no le gusta, te castiga con silencio e indiferencia, para que vayas aprendiendo a respetar a Dios, que es lo que se cree que es”, dijo la denunciante. “Su forma de tener sexo te marca y no lo olvidas jamás. Es una forma de ejercer poder, no es sexo”, manifestó.
Fallarás dijo al canal Cuatro de España que después de publicar este posteo recibió otros sobre la misma persona y señaló que sólo publica mensajes que no identifican al agresor. “Aquí no hace falta prueba de nada, es una mujer que cuenta algo que le ha pasado. Que Errejón se dé por aludido y dimita, cada uno con lo suyo”, dijo.
De acuerdo con Público, existió otra denuncia anónima contra el dirigente en Twitter, en junio de 2023. Aunque el mensaje fue eliminado, ese medio conservó su contenido e informó que una mujer lo acusó de “agresión sexista”.
“¿Cómo iba a ser posible que viniese aquí un político de nivel nacional, conocido precisamente por ser de izquierdas y feminista, y me metiese mano justamente a mí, justamente en medio de un evento feminista y punk? Tenía que haber algún error”, decía, pero agregaba que el político volvió a tocarla y que no fue por “dos segundos”. Dijo que primero no supo cómo reaccionar, pero después se lo contó a una de las organizadoras del encuentro, y ella fue a hablar “con el grupo de Errejón”, quienes “se fueron enseguida del sitio”.
La líder de Sumar, Yolanda Díaz, comunicó en Twitter que esta semana la coalición inició “un proceso para recabar información sobre los testimonios surgidos en redes sobre Íñigo Errejón” y que, “como resultado del proceso, hoy deja todos sus cargos”. Agregó: “Nuestro compromiso contra el machismo y por una sociedad feminista es firme y sin excepciones”.
A su vez, fuentes de Más País, el partido de Errejón, dijeron al canal La Sexta que el dirigente “confirmó los hechos” denunciados en Instagram y que después de un debate interno dejó todos sus cargos.
También se pronunció Ione Belarra, la líder de Podemos, organización que tuvo a Errejón como una figura destacada hasta que en 2019 el dirigente dejó ese partido –con el que quedó una relación muy deteriorada–, para integrar Más Madrid (ahora convertido en Más País). Belarra valoró que se rompa el silencio sobre la violencia contra las mujeres, aunque sea de forma anónima, pidió que se respalde a las víctimas y recordó que “sólo el 4% de las agresiones sexuales se llegan a tramitar en un juzgado”.
Lo mismo pidió la exministra de Igualdad Irene Montero, también de Podemos. Agradeció a Fallarás por brindar un “lugar seguro para todas nosotras” y dijo que terminar con la impunidad y “cambiar esta dinámica de la cultura de la violación es la tarea que el feminismo nos pone a todas, en este caso a partidos y medios de comunicación”.
La carta de Errejón
El diputado difundió una carta en la que manifestó: “El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, mi salud mental y mi estructura afectiva y emocional”.
Agregó que en esa “primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz”, al menos en su caso, “con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros”. Según Errejón, “esto genera una subjetividad tóxica que, en el caso de los hombres, el patriarcado multiplica” y afecta las relaciones con otras personas.
“Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, afirmó. “Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos”, manifestó.
“Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión”, concluyó.