Los temores a que la guerra en Medio Oriente se extienda en la región parecen cada vez más fundados. El ejército de Israel informó que este martes Irán lanzó unos 180 misiles balísticos hacia su territorio y anunció que responderá a esta acción.
Según las primeras informaciones, a causa de la metralla que se libera cuando los proyectiles son interceptados por el sistema antimisiles israelí, hubo dos heridos leves en Tel Aviv y murió un palestino en Jericó, en el sur de Cisjordania.
Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, dijo que “Irán cometió un gran error” y “pagará” por eso. “El régimen de Irán no entiende nuestra determinación de defendernos y de eliminar a nuestros enemigos [...] Aparentemente, hay algunos en Teherán que no lo entienden. Lo entenderán”, afirmó.
También el portavoz del ejército, Daniel Hagari, afirmó que el ataque “tendrá consecuencias”, y agregó: “Tenemos planes y actuaremos en el momento y lugar que elijamos”.
La Guardia Revolucionaria de Irán reivindicó esta ofensiva y dijo que es una respuesta a la muerte del líder político de Hamas, Ismail Haniye, asesinado en territorio iraní, y del secretario general de la milicia chiita libanesa Hezbolá, Hasán Nasralá, bombardeado en El Líbano.
“Con el disparo de decenas de misiles balísticos, se ha golpeado los objetivos en el corazón de los territorios ocupados”, manifestó la Guardia Revolucionaria. “Advertimos que si el régimen sionista responde militarmente a esta operación, será contraatacado de manera más contundente”, agregó, según informaron Efe y Europa Press.
En un comunicado, esa fuerza iraní afirmó que, “a pesar de que esta zona estaba protegida por los sistemas de defensa más avanzados, el 90% de los disparos dieron en el blanco con éxito y el régimen sionista está aterrorizado por el dominio de inteligencia y operativo de la República Islámica”.
El ataque iraní fue rechazado por diversos países, entre ellos, Estados Unidos, Reino Unido y los integrantes de la Unión Europea. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que “Irán, por segunda vez en cinco meses, lanzó un ataque directo contra Israel, incluido el lanzamiento de unos 200 misiles balísticos. Esto es totalmente inaceptable y el mundo entero debería condenarlo”. Agregó que, según los primeros informes, Israel “repelió efectivamente el ataque” con el “apoyo activo” de Estados Unidos.
Ataques contra Líbano
Un portavoz de la cancillería iraní, Naser Kanani, había dicho el lunes que su país seguía de cerca “los acontecimientos” en la región “manteniendo consultas estrechas con las autoridades libanesas”, y advirtió que no dejaría “sin respuesta ninguna de las acciones agresivas” de Israel.
La atención estaba puesta entonces en un eventual ataque por tierra en el sur de Líbano, que finalmente se lanzó en la noche del lunes. Las Fuerzas de Defensa de Israel lo definieron como una operación militar “limitada, localizada y específica” en la frontera, “contra objetivos e infraestructuras terroristas de Hezbolá” que “representan una amenaza inmediata para las comunidades israelíes en el norte”. El ataque dejó casi un centenar de heridos, además de aumentar el número de desplazados, que supera largamente el millón.
En Sidón, una aldea del sur de El Líbano, fueron enterradas ayer 71 personas que murieron en un bombardeo israelí el domingo. Otras 58 fueron heridas en ese ataque que las autoridades locales definieron como “la mayor masacre cometida por el enemigo sionista contra civiles inocentes” desde que Israel inició esta campaña militar, la semana pasada. El número de víctimas que dejó en total esta ofensiva en distintas zonas de Líbano todavía se desconoce.
Este martes, mientras seguía la ofensiva por tierra, el ejército israelí volvió a atacar la capital libanesa, Beirut, tal como lo hizo varias veces en las últimas semanas, y tomó como blanco un edificio en una zona cercana a Dahye, un área donde Hezbolá está muy presente. El ejército informó después que en ese ataque había matado a un comandante de Hezbolá, Mohamed Yafar Kasir, que estaba involucrado en transferencias financieras y de armas de Irán a esa milicia chiita. Dijo que también murió en ese bombardeo Dhu Al Faqar Hinawi, integrante de una milicia iraní llamada División Imam Hussein.
A su vez, Hezbolá lanzó una serie de cohetes contra una sede del Mossad en las afueras de Tel Aviv, lo que implicó por primera vez el uso de proyectiles de largo alcance por parte de la milicia chiita.
La invasión del sur de Líbano por parte de Israel causó reacciones de repudio y preocupación de varios países. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, se manifestó “en extremo preocupado” por el agravamiento de la situación y le transmitió al primer ministro libanés, Najib Mikati, su disposición a brindar asistencia a quien lo necesite.
En el marco de este conflicto, hubo otros ataques en la región. En la capital de Siria, Damasco, un bombardeo israelí mató a tres civiles, entre ellos, una periodista y presentadora de la televisión estatal, Safaa Ahmed, informaron las autoridades de ese país. A su vez, los rebeldes hutíes de Yemen, que impulsan acciones armadas en repudio a la ofensiva de Israel en Gaza, anunciaron que atacaron dos buques, uno en el mar Rojo y otro en el mar Arábigo, primero, y en el océano Índico, después.
En Israel, en Jaffa, al sur de Tel Aviv, hombres con armas de fuego y un arma blanca atacaron a civiles en un tranvía y luego en la calle. Mataron a seis personas e hirieron a nueve antes de que policías y civiles armados dispararan contra ellos.