El avance militar de Israel en Líbano y sus órdenes de evacuación forzosa de la población afectan ya a 25% del territorio libanés, denunció la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). El impacto en los civiles de ese país es “cada vez más devastador” y está “empujando a más población a huir hacia Siria”, informó. El gobierno libanés estima que fueron desplazadas 1,2 millones de personas.
Según Acnur, Israel ordenó el lunes la evacuación de 20 aldeas del sur de Líbano, y la gente debió huir sin tener un lugar donde refugiarse. Dentro de Líbano, más de un millar de refugios improvisados por el gobierno albergan a unas 188.000 personas, y la mayoría de ellos ya no tienen más capacidad. Cientos de miles cruzaron a Siria por pasos fronterizos que fueron bombardeados, lo que actualmente impide el tránsito de vehículos y obliga a recorrerlos a pie.
Este martes, Israel recibió desde el exterior algunas señales de advertencia frente a sus ataques contra Líbano y la Franja de Gaza, incluso de su mayor aliado, Estados Unidos. “Le hemos dejado claro a Israel que nos oponemos a la campaña de bombardeos que ha estado lanzando en las últimas semanas en Beirut. Hemos visto que los ataques han disminuido en los últimos días y seguiremos observándolos con mucha atención”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Agregó que su país tiene ciertas “preocupaciones sobre la naturaleza de la campaña militar”, en particular por el impacto en la población civil, que es mayor en las zonas densamente pobladas, como la capital.
Además, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el de Defensa, Lloyd Austin, le enviaron una carta al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que le advierten que si la situación humanitaria en la Franja de Gaza no mejora durante el próximo mes, hay riesgo de que esto viole las leyes estadounidenses que rigen la asistencia militar extranjera. Es decir, que Washington estaría en infracción si siguiera enviando ayuda a Israel en esas condiciones.
El texto, citado por CNN, fue dirigido al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y al de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer.
El gobierno de Joe Biden manifiesta en la carta su preocupación porque la entrada de ayuda humanitaria a Gaza cayó más de 50%, y fue en setiembre menor que la de cualquier mes del año pasado. Pidió “acciones urgentes y sostenidas” para revertir esta situación y permitir el ingreso de al menos 350 camiones diarios.
A su vez, el gobierno británico anunció este martes una nueva serie de sanciones contra asentamientos de colonos israelíes que han lanzado ataques armados contra la población de Cisjordania y contra organizaciones vinculadas con la construcción de esas colonias en territorio palestino.
“La violencia de los colonos tiene como objetivo obligar a los palestinos a abandonar sus hogares y apropiarse de sus tierras para construir asentamientos, lo que es ilegal tanto en virtud del derecho internacional como del derecho israelí”, manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Reino Unido.
Por eso dispuso sanciones para la organización Amana, que construye este tipo de asentamientos y que ya tiene otras sanciones internacionales, y la escuela religiosa Od Yosef Chai, “conocida por promover la violencia contra los no judíos”. La medida abarca también tres asentamientos israelíes en Cisjordania.
“Los colonos han atacado escuelas y familias con niños pequeños”, dijo el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Lammy, y señaló que su país registró 1.400 ataques de colonos a comunidades palestinas de Cisjordania desde 2023. “El gobierno israelí debe acabar con la violencia y detener la expansión en tierras palestinas”, advirtió.
También el ex primer ministro británico David Cameron, del Partido Conservador, llamó a “ejercer presión” para que Israel se ajuste al derecho internacional. En declaraciones a la BBC, Cameron, que fue ministro de Relaciones Exteriores hasta julio, cuando cambió el gobierno de Reino Unido, dijo que cuando ocupaba ese cargo estuvo trabajando en planes para sancionar a dos ministros extremistas israelíes: el de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, para transmitirle así un mensaje a Netanyahu de que “esto debe terminar”.
Recordó que los dos jerarcas alentaban a los colonos de Cisjordania a atacar los camiones con ayuda humanitaria para Gaza, y que Smotrich llegó a decir que era “justificado y moral” matar de hambre a los habitantes de ese territorio palestino.