Ante la creciente destrucción de la Franja de Gaza y el desplazamiento de su población, en particular la del norte de ese territorio, aumentan las advertencias sobre los objetivos de Israel en la ofensiva que ya lleva más de un año.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, alertó que “las palabras 'limpieza étnica' cada vez se utilizan más para describir lo que está pasando en el norte de Gaza”. El alto comisionado para Asuntos Exteriores del bloque comunitario llamó a los “principales aliados” de Israel a adoptar “medidas urgentes”, “en días, no en semanas”, para aliviar el sufrimiento de la población gazatí, y advirtió que “el uso del hambre como arma de guerra” viola el derecho internacional, así como los desplazamientos forzosos a los que se ha sometido a la enorme mayoría de los pobladores de Gaza. “Debemos evitar esta catástrofe”, dijo.
Este lunes, al conmemorarse 20 años de la muerte del líder histórico palestino Yaser Arafat, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, dijo: “Permaneceremos arraigados en esta tierra porque somos sus dueños, y la verdad del pueblo palestino no puede ser borrada ni ignorada”.
Afirmó que Israel está sometiendo a la Franja de Gaza a una “guerra de exterminio”, al tiempo que busca “acelerar los procesos de anexión” de zonas de Cisjordania mediante un aumento de la instalación de asentamientos de colonos israelíes en ese territorio.
En Gaza, el ejército israelí está construyendo y ampliando un corredor militarizado que atraviesa ese territorio. El llamado corredor de Netzarim, que toma el nombre de una colonia israelí que existió en esa zona, es utilizado para desplegar acciones militares, pero, según el diario Haaretz, también sirve a un objetivo de tomar el control del norte de ese enclave.
Según citó la BBC, Haaretz manifestó en un editorial que “el ejército israelí está llevando a cabo una limpieza étnica en el norte de Gaza” mediante evacuaciones forzosas de la población y la destrucción de viviendas e infraestructura. El objetivo, agrega, es “completar la separación de las comunidades del norte de la Franja del centro de la ciudad de Gaza”.
De acuerdo con el periódico, el gobierno de Benjamin Netanyahu se propone expulsar a los palestinos del norte de la Franja de Gaza y abrir paso a “una ocupación y asentamiento judío prolongado” en esa zona, que ha sido blanco de fuertes bombardeos.
A pesar de que Israel no permite el ingreso de periodistas a la zona, un reportero de Haaretz, Yaniv Kubovich, pudo visitar ese lugar, que describió como si “hubiera sido afectado por una catástrofe natural”. Sin embargo, agrega, lo que ocurrió allí fue causado por “un acto premeditado de destrucción humana”. El periodista informó que, para ampliar el pasaje para sus tropas, Israel está destruyendo todos los edificios que se encuentran cerca.
Este lunes los jefes de Estado y de gobierno de más de 50 países árabes e islámicos, reunidos en una cumbre en Riad, la capital de Arabia Saudita, llamaron a la “comunidad internacional a asumir su responsabilidad en preservar la seguridad y la paz y cesar de forma inmediata las agresiones israelíes” contra Palestina y Líbano. Así lo manifestó el primer ministro y príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, manifestó que espera que el próximo presidente estadounidense, Donald Trump, “que ha prometido frenar la guerra, cumpla con su promesa lo más pronto posible”.
Por el contrario, para el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, el cambio de gobierno en Estados Unidos implica una “oportunidad importante” para que Israel pueda anexar territorios de Cisjordania. El dirigente ultraderechista, que además es uno de los colonos instalados en la Cisjordania ocupada, dijo que tanto Gaza como Cisjordania les serán “arrebatados para siempre” a los palestinos, según citó Efe. “Estamos a un paso de obtener la soberanía en los asentamientos de Judea y Samaria [nombre que se le da en Israel a Cisjordania] y ahora es el momento de darlo”, dijo Smotrich.
Trump dio una fuerte señal este lunes a favor del gobierno de Israel al elegir como embajadora ante las Naciones Unidas a Elise Stefanik. Esta congresista tuvo un papel activo en las audiencias del Congreso a las que fueron convocados los responsables de varias universidades -Harvard, MIT y la Universidad de Pensilvania-, para cuestionarlos por las protestas contra los ataques israelíes en Gaza que se llevaban adelante meses atrás en esos centros. Según recordó The Jerusalem Post, la congresista se ha definido como una de las mayores socias de Trump en “su apoyo histórico a la independencia y seguridad de Israel”.