El miércoles, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño, Alexandre de Moraes, levantó el secreto que pesaba sobre el informe de la Policía Federal sobre la presunta trama golpista de 2022 liderada por el entonces presidente Jair Bolsonaro, haciendo público el documento que consta de 884 páginas.
El informe fue remitido a la Procuraduría General de la República, que estudiará el caso y determinará si procede a denunciar a Bolsonaro y a los otros 36 funcionarios acusados por la Policía Federal, si archiva la causa o si pide nuevas diligencias.
Según la documentación elaborada por los investigadores policiales tras meses de trabajo, Bolsonaro tuvo un rol absolutamente protagónico en el plan de impedir el acceso del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva al poder, luego de imponerse en las elecciones celebradas en octubre de 2022.
La investigación apunta a la existencia de una “organización criminal” dividida en varios grupos, con varias acciones planificadas, que incluían, además, un plan para asesinar a Lula, al ministro Moraes y al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin.
De acuerdo a lo que informó el portal Metrópoles, que accedió al documento, el exmandatario ultraderechista presentó personalmente el proyecto para dar un golpe de Estado a los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea, además del ministro de Defensa, el 7 de diciembre de 2022, en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de los presidentes ubicada en Brasilia.
El objetivo de Bolsonaro en esa reunión fue convencer a los jerarcas militares de que apoyaran el intento de golpe “para que las Fuerzas Armadas pudieran garantizar la culminación de la empresa criminal”, afirma el documento de la Policía Federal. En la reunión estuvo presente el almirante Almir Garnier Santos, entonces comandante de la Armada; el general Marco Antonio Freire Gomes, comandante del Ejército en ese momento; el teniente Carlos Almeida Baptista Júnior, comandante de la Fuerza Aérea; y el ministro de Defensa, Paulo Sérgio.
Según informó CNN Brasil, la intentona golpista impulsada por Bolsonaro no se concretó, entre otros motivos, por la rotunda negativa al plan que formularon dos de los jerarcas militares anteriormente mencionados, Freire Gomes y Baptista Júnior.
“El objetivo en ese momento era obtener el apoyo de los comandantes, para que las Fuerzas Armadas pudieran garantizar el cumplimiento de la empresa criminal. Los comandantes del Ejército y de la Fuerza Aérea estaban en contra de adherirse a cualquier plan que impidiera a los legítimamente elegidos tomar posesión de sus cargos; el comandante de la Armada, el almirante Garnier, se puso a disposición para cumplir las órdenes”, se especifica en el informe de la Policía Federal.
En el documento policial también se especifica el rol que cada uno de los 37 acusados cumplió dentro de la trama golpista.
En el caso de Bolsonaro, se expresa que “planificó, actuó y tuvo control directo y efectivo” de los actos que desembocarían en el golpe de Estado, que no se concretó por “circunstancias ajenas a su voluntad”.
Además, se lo acusa de estar en conocimiento del plan para matar a Lula, Alckmin y Moraes; ayudar a redactar el proyecto de decreto golpista; y convocar y presentar el proyecto a los comandantes de las Fuerzas Armadas.
También se lo acusa de convencer al general Estevam Theófilo, jefe del Comando de Operaciones Terrestres del Ejército, para sumarse al golpe, ante la negativa del comandante del Ejército, Freire Gomes.