En vísperas de navidad, el presidente de Chile, Gabriel Boric, otorgó un indulto presidencial a Katty Hurtado Caamaño, una mujer condenada a 20 años de prisión por haber matado en defensa propia a su exesposo.

El indulto fue informado por el propio presidente por medio de su cuenta de X, que expresó que tomó la decisión “después de estudiar en conciencia todos los antecedentes del caso, teniendo a la vista el historial de agresiones que ha vivido, el daño acreditado por la violación que sufrió en la cárcel de Calama, su historial en los más de seis años que lleva privada de libertad y una profunda reflexión de meses”.

La vocera del gobierno, Asién Etcheverry, señaló en conferencia de prensa que el indulto fue otorgado por “razones humanitarias” y que la conducta de Hurtado “ha sido calificada como muy buena por la institución a cargo y ha demostrado también consciencia del daño causado”, según consignó Efe.

Por su parte, la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres emitió un comunicado en el que señala que la vida de la mujer “estuvo marcada por situaciones de violencia machista” que “tuvo que enfrentar sin apoyo ni protección del Estado”.

“Ante un ataque sexual y femicida, debió proteger su vida y como consecuencia el Estado la criminalizó, condenándola a 20 años de prisión”, agrega el comunicado. Destaca que la decisión del presidente “es el comienzo de un camino de justicia para ella, y un mensaje para todas las mujeres y niñas de Chile”, ya que “defenderse no es delito”.

Asimismo, resalta que el indulto “no hubiese sido posible sin la convicción de las organizaciones feministas, sin la comprensión de las mujeres y sin el apoyo político transversal que logramos, sin dejar de tocar todas las puertas y dando a conocer la injusta situación que tuvo a Katty Hurtado privada de libertad por casi siete años”.

A su vez, remarcaron que el Estado de Chile “lleva décadas comprometido a garantizar a las mujeres vidas libres de violencia, en un camino que ha sido difícil y ha requerido la insistencia feminista en distintos espacios”. “Hoy, gracias a una mayor conciencia sobre el problema estructural que constituye la violencia contra las mujeres, la institucionalidad cuenta con nuevas herramientas”, apuntan.

Señalan que estas herramientas “deben verse reflejadas en procesos judiciales con perspectiva de género, de modo de garantizar fallos justos”. “Así como Katty, son miles de mujeres y niñas que han debido enfrentar procesos judiciales deficientes, muchas veces dejando a los agresores en completa impunidad”, resaltan.

“Es tarea de toda la sociedad comprometerse con la promoción de vidas libres de violencia, y trabajar para prevenir, sancionar y erradicar las diversas agresiones que vivimos las mujeres. Del mismo modo, llamamos a no criminalizar a las mujeres que deben ejercer la legítima defensa para proteger la vida”, finalizan.