El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tuvo esta mañana una segunda operación debido a la hemorragia intracraneal que fue detectada el lunes en la noche, que motivó una primera operación de urgencia tras la que quedó internado en cuidados intensivos.

Según informó el médico Roberto Kalil a los periodistas, la intervención concluyó “con éxito” y duró menos de una hora. “El procedimiento fue con éxito, terminó, y el presidente está despierto y hablando”, dijo en el Hospital Sirio Libanés de San Pablo. Lula continuará en cuidados intensivos monitoreado.

La operación fue una “embolización de la arteria meníngea media”, un procedimiento poco invasivo que se utiliza para minimizar el riesgo de posibles sangramientos en el interior de la cabeza, según detalló el hospital en un parte médico previo a la operación.

“Cuando se drena un hematoma, existe una pequeña posibilidad de que en el futuro las pequeñas arterias de las meninges -membranas que cubren el sistema nervioso central- causen un pequeño sangramiento. Este procedimiento complementario minimiza ese riesgo”, explicó en una rueda de prensa el doctor Roberto Kalil previamente.

Tras su primera operación, Lula, de 79 años, se encontraba en buen estado, había caminado, recibido visitas e incluso hizo fisioterapia.

La hemorragia intracraneal se encontró el lunes en la noche después de que el presidente se quejara de dolores de cabeza. Allí fue trasladado desde Brasilia a San Pablo y operado de urgencia para drenar la hemorragia, que los médicos explican que fue fruto de una caída que sufrió el 19 de octubre en la residencia presidencial, el Palacio de la Alvorada, cuando se golpeó la cabeza en el baño.