Este jueves la Policía Federal brasileña lanzó la operación Tempus Veritatis (El Tiempo de la Verdad), que tiene como objetivo investigar la organización para delinquir que presuntamente actuó en una tentativa de golpe de Estado y en la abolición del Estado de derecho con la finalidad de que el entonces presidente Jair Bolsonaro, principal blanco de la operación, pudiera permanecer en el gobierno.
Además de Bolsonaro, están en la mira de la Policía Federal Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal que integra el exmandatario, además de otras figuras que tuvieron mucho peso en el gobierno anterior, como el exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno.
También están siendo investigados el exministro Walter Braga Netto, quien fue jefe de Gabinete, ministro de Defensa y también candidato a la vicepresidencia de Bolsonaro en las elecciones de 2022, en las que se impuso el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva. En total, de acuerdo a lo que informó el portal Metrópoles, de las personas apuntadas por la Justicia en esta investigación, al menos 16 son militares, varios de ellos de alto rango.
La acción judicial fue ordenada por el Supremo Tribunal Federal (STF), la instancia más alta de la Justicia brasileña, e incluyó acciones policiales en los estados de Amazonas, Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul, Ceará, Espírito Santo, Paraná, Goiás y también en el Distrito Federal, donde se encuentra Brasilia.
Como parte de la operación, agentes policiales llegaron hasta la casa de Bolsonaro situada en Angra dos Reis, localidad costera ubicada en el estado de Río de Janeiro, y le exigieron que les entregara el pasaporte, cosa que el expresidente hizo.
Posteriormente, el político ultraderechista dijo, en declaraciones a medios brasileños, que no entendía la acusación de intentar un golpe de Estado y agregó que la transición con el actual gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva fue “libre de problemas”.
“A pedido de Lula, nombré a los tres comandantes de la fuerza elegidos por él en diciembre. ¿Cómo voy a nombrar a su comandante de la fuerza y luego dar un golpe de Estado?”, preguntó Bolsonaro, de acuerdo a lo que consignó el portal Poder 360.
El expresidente también dijo que no tiene miedo de ser arrestado y agregó: “Hoy en Brasil a cualquiera le puede pasar cualquier cosa. En nombre de salvar la democracia, están haciendo barbaridades”.
Según informó el portal Brasil de Fato, la propuesta golpista incluso quedó registrada en actas que fueron discutidas personalmente con Jair Bolsonaro. En una de ellas, incluso estaba prevista la detención del presidente del Congreso Nacional, Rodrigo Pacheco, y de los ministros del STF, Alexandre de Moraes y Gilmar Mendes.
Las investigaciones utilizaron mucha información brindada por el exayudante de campo de Bolsonaro, Mauro Cid, quien llegó a un acuerdo de colaboración a cambio de una reducción de su pena.
Cid había sido procesado el año pasado por haber falsificado los carnés de vacunación contra la covid-19 de Bolsonaro y de algunos integrantes de su familia y allegados, con la finalidad de poder evadir restricciones que regían en países como Estados Unidos.
Según lo que surgió de la investigación hasta el momento, el propio Bolsonaro tuvo acceso al borrador golpista que preveía las detenciones y sugirió modificarlo para incluir únicamente el arresto de Alexandre de Moraes, quien era espiado y sus vuelos monitoreados por los militares.
Además, Bolsonaro convocó a una reunión con los comandantes de las tres fuerzas para presentar el documento. En ese momento, únicamente el entonces comandante de la Armada, Almir Garnier, habría manifestado su apoyo al golpe.
“Como se describió, las informaciones recabadas revelaron que Jair Bolsonaro recibió un proyecto de decreto presentado por Filipe Martins y Amauri Feres Saad para ejecutar un golpe de Estado, detallando supuestas injerencias del Poder Judicial en el Poder Ejecutivo, y al final decretó la detención de varias autoridades, entre ellas los ministros del STF, Alexandre de Moraes y Gilmar Mendes, además del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, y, finalmente, ordenó la celebración de nuevas elecciones. Posteriormente se hicieron cambios a petición del entonces presidente, con la determinación de mantener el encarcelamiento del ministro Alexandre de Moraes y la celebración de nuevas elecciones”, se afirma en un documento presentado este jueves por la Policía Federal.
En el marco de la investigación, la Policía también obtuvo y difundió fragmentos de un video de una reunión que tuvieron el 5 de julio de 2022 varios integrantes de la cúpula del gobierno, incluyendo, claro está, a Bolsonaro, en la que el general Augusto Heleno defendió la idea de dar vuelta la mesa” antes de las elecciones de octubre de ese año para garantizar la reelección del excapitán a como diera lugar.
En el audio, difundido por la revista Carta Capital, se escucha cómo Heleno le dice a Bolsonaro: “Acá no va a haber revisión de VAR. Entonces lo que se tiene que hacer tiene que ser hecho antes de las elecciones. Si hay que dar un golpe en la mesa, es antes de las elecciones. Si hay que dar vuelta la mesa, es antes de las elecciones”, afirmó el militar, que en ese momento era el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional.
“Creo que hay que hacer cosas antes de las elecciones. Y llegará un punto en el que ya no podremos hablar. Tendremos que actuar. Actuar contra determinadas instituciones y contra determinadas personas. Esto lo tengo muy claro”, añadió Heleno en su diálogo con Bolsonaro. Las revelaciones que arrojó la acción judicial llevada adelante por la Policía generó numerosas reacciones, entre otras, la del presidente Lula.
De acuerdo a lo que recogió el portal Mídia Ninja, el mandatario dijo que esperaba que todo el peso de la ley cayera contra aquellos que atacaron la democracia, incluyendo a quienes financiaron los campamentos frente a dependencias militares que terminaron con los actos golpistas perpetrados en Brasilia el 8 de enero del año pasado.
“Es muy difícil para el presidente de la República opinar sobre un operativo de la Policía Federal que se desarrolla en secreto. Espero que no se produzcan excesos y que se aplique el rigor de la ley. Sabemos de los ataques a la democracia. Necesitamos saber quién financió los campamentos. Esperemos las investigaciones”, expresó el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en sus redes sociales.
Mientras tanto, Gleisi Hoffmann, diputada por el estado de Paraná y presidenta del PT, dijo en su cuenta de X: “Llegó la hora de la verdad: Jair Bolsonaro lideró un intento de golpe de Estado contra Lula y contra la democracia, en conjunto con sus cómplices civiles y militares, entre ellos exministros y altos funcionarios. No es una persecución, es la conclusión de una investigación detallada de la Policía Federal, bajo la supervisión del Supremo Tribunal Federal, que descubrió el complot y sus novelas sucias”.