Este viernes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que un barco que transporta ayuda humanitaria se prepara para partir de Chipre hacia Gaza. El barco pertenece a la ONG española Open Arms y Von der Leyen dijo a los periodistas que en los próximos días realizará un viaje piloto para probar el corredor, según informó Associated Press.

El barco de Open Arms espera en el puerto chipriota de Larnaca permiso para entregar ayuda alimentaria de la organización benéfica estadounidense World Central Kitchen. El gobierno israelí dijo este viernes que estaba abierto a permitir el corredor marítimo, pero añadió que serían necesarios controles de seguridad. Por su parte, el portavoz para la Comisión Europea, Balazs Ujvari, dijo que la ruta directa a Gaza que va a tomar el barco de Open Arms plantea varios “problemas logísticos” que aún se están solucionando, y añadió que las agencias de la ONU y la Cruz Roja también van a contribuir a los esfuerzos.

Según la ONU, el 25% de la población de Gaza está al borde de la hambruna y los niños están muriendo de hambre. El viernes un testigo y el Ministerio de Salud de Hamas dijeron a CBS que cinco personas murieron cuando al menos un paracaídas que transportaba ayuda no se desplegó correctamente y cayó. Un médico de Gaza corroboró esta historia a la agencia AFP y en línea circulan vídeos del lanzamiento de ayuda desde un avión de carga. Los vídeos parecen mostrar que algunos de los paracaídas no se abren por completo, y uno muestra algunos paquetes de ayuda cayendo sin paracaídas.

Según explicó la BBC, Israel ha negado haber impedido la entrada de ayuda a Gaza y afirma que las organizaciones no han logrado distribuirla. Algunos camiones han podido entrar en el sur de Gaza a través del cruce de Rafah controlado por Egipto y el cruce de Kerem Shalom controlado por Israel, pero el norte, que fue el objetivo principal de la primera fase de la ofensiva terrestre israelí, ha sido en gran medida aislado de ayuda. Se estima que 300.000 palestinos viven en el norte de Gaza con poca comida y agua potable.

Esta semana también apareció un informe interno de la ONU con descripciones de los abusos sufridos por los detenidos palestinos y los centros de detención israelíes. Entre las denuncias se encuentran golpizas, ataques de perros, uso prolongado de posiciones de estrés y agresión sexual, según informó The Guardian, que ha visto el informe.

Otros métodos de tortura alegados incluyen “insultos a la dignidad personal y humillaciones, como obligarlos a actuar como animales u orinar encima, utilizar música y ruidos altos, privación de agua, comida y servicios sanitarios, denegación del derecho a practicar su religión (a orar) y el uso prolongado de esposas bien cerradas que causan heridas abiertas y lesiones por fricción”.

El informe añadió: “Las palizas incluyeron traumatismos contundentes en la cabeza, los hombros, los riñones, el cuello, la espalda y las piernas con barras de metal y culatas de armas y botas, que en algunos casos provocaron fracturas de costillas, hombros separados y lesiones duraderas”. Según el informe, un niño presentó heridas por mordedura de perro después de ser liberado.

Israel ha rechazado las alegaciones en el informe como propaganda inspirada por Hamas. Las afirmaciones del informe aún no han sido verificadas independientemente, pero The Guardian afirmó que las acusaciones son consistentes con los relatos que ha escuchado y relatos contados a organizaciones de derechos humanos.