Para el martes están convocadas movilizaciones en las principales ciudades argentinas para protestar contra el drástico recorte presupuestal que el gobierno de Javier Milei impuso a las universidades públicas de todo el país, cortando el financiamiento de salarios, mantenimiento de los edificios y de los programas vinculados a cada entidad.
En Buenos Aires la manifestación, denominada Marcha Federal Universitaria, partirá desde la zona de Congreso y finalizará en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, donde se leerá una proclama.
El acto es convocado por estudiantes, docentes y no docentes, además de por las rectorías de las casas de estudio, pero además contará con los apoyos de entidades políticas peronistas, de izquierda y también por la Unión Cívica Radical. También se sumarán a la movilización las tres principales centrales obreras del país: la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). La realidad que se vive en las universidades fue descrita de manera muy dura por el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Emiliano Yacobitti, quien en una entrevista con Radio 10 consignada por Ámbito Financiero sintetizó: “Así no se puede seguir funcionando”.
Yacobitti enfatizó que la situación es crítica y aseguró que, de seguir así, sin actualización del presupuesto por inflación, la UBA, la universidad más importante del país, podrá seguir “uno o dos meses más” antes de que su funcionamiento se vea completamente trastocado.
“Hoy nos mantenemos en pie por la voluntad de los que trabajan de sostener la universidad con el aporte de su trabajo”, expresó el dirigente. Además, Yacobitti destacó la importancia de que “la sociedad se involucre” y vaticinó que la de la semana que viene será “una gran movilización” en reclamo contra el desfinanciamiento de las universidades públicas.
En este contexto de extremas limitaciones presupuestales, Yacobitti confirmó durante la entrevista radial que el “el Consejo Superior de la UBA aprobó por unanimidad” declarar la emergencia económica para reducir los gastos al máximo dentro de las posibilidades. La medida fue tomada la semana pasada, en medio de fuertes discusiones entre el gobierno y los representantes de la institución educativa en referencia al presupuesto de 2024.
Mientras crecían estas tensiones, fiel a su retórica agresiva y beligerante, el presidente Milei acusó a estudiantes y docentes de la UBA de ser “salamines”, “hipócritas, mentirosos y enemigos de las ideas de la libertad” por negar que dentro de dicho centro de estudio se haga “adoctrinamiento”.
En la entrevista con Radio 10, Yacobitti graficó con algunas cifras la realidad de la UBA. Por ejemplo, mencionó que el aumento interanual de las tarifas públicas “fue de 577%” y que el recorte presupuestario supera “el 70% a valores reales”.
La situación viene siendo sobrellevada de manera particular por cada facultad. En la de Medicina, por ejemplo, se decidió cortar el suministro eléctrico de todas las áreas comunes y limitar el uso de los ascensores –el edificio tiene 16 pisos–, que únicamente pueden utilizar personas con movilidad reducida. Asimismo, según informó eldiarioar.com, se comunicó que no se encenderá la caldera que calefacciona a toda la facultad y que tampoco se permitirá el uso de equipos de aire acondicionado.
Consultado por el debate actual sobre el rol de las universidades públicas, Yacobitti, exdiputado radical, afirmó: “Estamos discutiendo algo que no tiene que ver solamente con un ajuste. Tiene que ver con la decisión política de que la inversión en las universidades públicas no es estratégica para el gobierno”.