Este martes por la tarde, funcionarios docentes, no docentes, autoridades, investigadores y estudiantes universitarios argentinos realizarán una marcha nacional en la ciudad de Buenos Aires y también en todas las provincias del país, que incluirá un paro nacional y jornadas de protesta, en defensa del sistema universitario y científico público, en reclamo contra el recorte presupuestal que lleva adelante el gobierno nacional a cargo de Javier Milei.

eldiarioar.com informó que la movilización, que en la capital consistirá en una marcha desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, fue convocada de manera conjunta por el Frente Sindical de Universidades Nacionales que nuclea a los gremios docentes y no docentes y por la Federación Universitaria Argentina (FUA), entidad que representa a más de dos millones de estudiantes en el país, y también por el Consejo Interuniversitario Nacional, organismo no estatal que congrega a las autoridades de 57 universidades nacionales y 14 provinciales.

La manifestación, que se estima que será la más masiva desde que asumió el gobierno del ultraderechista Javier Milei, también será acompañada por un amplio arco de actores políticos, sociales y gremiales, incluyendo a las tres principales entidades obreras del país, la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos corrientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA).

El enfrentamiento directo contra la universidad pública es uno de los varios frentes que abrió Milei en el marco de la “batalla cultural” que está dando ante el “adoctrinamiento” que, a su juicio, realizan las instituciones educativas estatales.

Al reflexionar sobre esta idea tras ser consultado por Página 12, para Nicolás Grandi, profesor de la carrera de Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata, el adoctrinamiento tiene que ver “con una idea generalizada durante los últimos 20, 30 años: considerar al estudiante como objeto pasivo y al docente el sujeto de la educación, como si el primero fuera una plantita y el profesor quien la riega. Así, sería responsabilidad del docente no tirar agua podrida. El proceso educativo no funciona así, nadie aprende de manera pasiva, todo lo contrario”.

Oficialismo de punta

En la antesala de la movilización universitaria, varios funcionarios de la administración Milei manifestaron sus reparos ante la protesta. Este lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni, consideró que la Marcha Federal Universitaria convocada para este martes “está incentivada por la política”.

En declaraciones consignadas por Ámbito Financiero, Adorni confirmó que la semana pasada se alcanzó un acuerdo con autoridades universitarias para aumentar el presupuesto en dos tramos. “El jueves hubo diálogo y un acuerdo. El gobierno aumentó 70% las partidas de gasto en marzo, habrá otro 70% en mayo y se dispuso una partida extraordinaria para hospitales universitarios”, expresó Adorni en la conferencia de prensa que dio por la mañana en la Casa Rosada.

Por esa razón, agregó: “Eso transforma a la marcha en una marcha incentivada por la política. No digo que no sea algo genuino de los alumnos, que están preocupados y son a quienes defendemos. Es genuino lo que hacen y los reclamos que puedan considerar. No consideramos genuino que desde un escritorio se incentive este tipo de cuestiones”.

En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló en una entrevista, que concedió en la noche del domingo a LN+, que prevé aplicar el protocolo antipiquetes en la marcha y advirtió de posibles “provocaciones”.

Cuando se le preguntó específicamente si su cartera pensaba implementar el protocolo, la excandidata presidencial respondió que dependerá de “la cantidad de gente que va”, pero que buscará llevarlo adelante, porque “pensamos que en esta marcha sinceramente puede haber una provocación”.

En ese sentido, Bullrich apuntó directamente a la participación en la movilización de la CGT, las dos vertientes de la CTA y los partidos de izquierda. Para Bullrich, estos colectivos buscarán “generar una situación para movilizarse de acá a la eternidad”. “Vamos a tener cuidado”, sentenció.

Quien también desde el gobierno se sumó a las críticas contra el reclamo de las universidades públicas fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien dijo que el reclamo “es un berrinche” porque sus promotores están actuando porque “ven afectado su negocio”.