Funcionarios del gobierno estadounidense, que encabeza Joe Biden, expresaron que su país está tratando de disuadir a Irán de llevar a cabo un ataque de represalia contra Israel, en un intento de evitar el estallido de una guerra regional importante.

Los funcionarios estadounidenses todavía creen que es posible un ataque iraní directo con misiles o drones en los próximos días, en represalia por el bombardeo israelí contra un edificio consular iraní ocurrido en Damasco, la capital siria, el 1º de abril, que mató a un alto general de la Guardia Revolucionaria Islámica y a otros seis oficiales de este cuerpo militar de Irán.

Sobre este tema se expresó este jueves el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, quien comunicó que habló con sus homólogos alemán, británico y australiano sobre el ataque israelí en Damasco. Amirabdollahian dijo que enfatizó que cuando Israel atenta contra “el derecho internacional y las Convenciones de Viena” al “violar” las instalaciones diplomáticas y consulares, una respuesta de represalia es “legítima”, informó la cadena Al Jazeera.

Amirabdollahian dijo que, si el Consejo de Seguridad de la ONU no condena el ataque, una “defensa legítima con el objetivo de castigar al agresor es una necesidad”.

“Declaré que Irán no busca ampliar el alcance de la guerra, sino el retorno de la seguridad en la volátil región”, agregó el funcionario iraní en una publicación en X. Un posible ataque iraní también fue el principal tema que trataron el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una conversación telefónica que tuvieron este jueves. The Jerusalem Post informó que Gallant le comunicó a Austin que cualquier ataque iraní directo a Israel generará una respuesta israelí proporcional.

Gallant “enfatizó que Israel no aceptará un ataque iraní contra territorio israelí”, según se expresó en un comunicado difundido por la oficina de prensa del Ministerio de Defensa. Paralelamente, dentro de Israel sigue habiendo manifestaciones masivas.

Este jueves en Jerusalén miles de miembros de una facción ultraortodoxa se movilizaron frente a la oficina de reclutamiento de la ciudad para protestar por la decisión del Tribunal Superior de alistar a estudiantes religiosos en el ejército.

Algo más tarde, en Tel Aviv hubo una masiva manifestación en contra del gobierno de Benjamin Netanyahu y pidiendo la liberación inmediata de los rehenes que se encuentran cautivos en Gaza.

Hablando sobre este tema, el grupo islamista Hamas informó este jueves que parte de las negociaciones actuales se centran en llegar a un acuerdo para poder recabar más información sobre el paradero y bienestar de los rehenes, ya que algunos están en manos de otras organizaciones o “bajo los escombros”.

En un comunicado en inglés, consignado por El País de Madrid, el jefe de relaciones políticas e internacionales del buró político de Hamas, Basem Naim, pidió una tregua en la Franja de Gaza para “tener suficiente tiempo y seguridad para recabar datos definitivos y más precisos sobre los israelíes capturados”.

A pesar de todo, las negociaciones continúan, si bien Hamas podría no volver a mandar una delegación propia a El Cairo, donde se vienen haciendo las negociaciones.

Sin embargo, el grupo sí estaría elaborando un nuevo documento para los mediadores egipcios y cataríes con una contraoferta, después de no aceptar el último borrador que, según filtraciones de la prensa israelí, incluía la liberación de 40 rehenes a cambio de unos 900 presos palestinos.