Después de una nueva ronda de negociaciones en El Cairo entre Israel y Hamas, con la mediación de Egipto, Estados Unidos y Qatar, el movimiento islamista palestino manifestó que está dispuesto a estudiar la propuesta israelí para un acuerdo que conduzca a un cese del fuego en la Franja de Gaza, pese a que no cumple con sus demandas.

El comunicado fue una señal de acercamiento en un momento en que las conversaciones parecían estancadas. “La postura de Israel sigue siendo obstinada y no ha respondido a ninguna de las demandas de nuestro pueblo y nuestra resistencia”, manifestó Hamas.

“A pesar de esto, los líderes del movimiento están estudiando la propuesta de manera responsable a nivel nacional, e informarán a los mediadores de su respuesta una vez que se complete este análisis”, agregó.

La iniciativa que tiene a consideración Hamas, según informaron Efe y France 24, contempla la liberación de 40 de los cerca de 130 israelíes secuestrados por Hamas a cambio de un cese del fuego temporal y la liberación de cientos de palestinos que están presos en cárceles de Israel.

Hamas reclamaba que este acuerdo incluyera el retorno a sus hogares de los palestinos desplazados en la Franja de Gaza, un cese del fuego definitivo y la retirada de las tropas israelíes de ese territorio.

Muchos de esos desplazados se encuentran en el sur de la Franja de Gaza, en Rafah, sobre la frontera con Egipto, donde viven hacinadas más de un millón y medio de personas en una zona que no tiene infraestructura para albergarlas. Se trata de más de la mitad de la población del enclave palestino, que tiene en total 2,3 millones de habitantes.

A esta situación crítica para esa población se agregan los planes de Israel de invadir Rafah para continuar su ofensiva contra Hamas, y, según dijo el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya fijó una fecha para hacerlo.

Preocupación internacional por la invasión a Rafah

Este martes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que Israel no le comunicó a su país cuál es esa fecha y reiteró que se opone a un operativo de este tipo por el “daño real a los civiles, a los niños, a las mujeres y a los hombres” que implicaría.

En conferencia de prensa, durante una visita a Washington del ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Cameron, Blinken dijo que está en marcha una “conversación” con el gobierno israelí sobre sus planes de atacar Rafah, y que en ese marco el presidente estadounidense, Joe Biden, “ha sido muy claro acerca de sus profundas preocupaciones sobre la capacidad de Israel para poner a los civiles fuera de peligro”.

Blinken señaló que Washington apoya al gobierno de Netanyahu en su objetivo de “derrotar” a Hamas, pero que también le “importa” la manera en que lleva adelante sus operativos militares.

También Francia, Egipto y Jordania le advirtieron a Netanyahu sobre las “peligrosas consecuencias” que tendría una invasión terrestre a Rafah. “Instamos a las partes a acatar todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU, advertimos contra las peligrosas consecuencias de una ofensiva israelí sobre Rafah, donde han buscado refugio más de 1,5 millones de civiles palestinos”, manifestaron en una declaración conjunta el presidente francés, Emmanuel Macron, su par de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el rey de Jordania, Abdalá II.

Con ellos coincidió el primer ministro australiano, Anthony Albanese, que llamó este martes a Netanyahu a evitar una ofensiva militar como la que anunció. “Estamos muy preocupados por las consecuencias humanitarias, al igual que países con ideas afines, incluido Estados Unidos”, dijo.

Albanese recordó que Israel le advirtió a la población palestina que se dirigiera “del centro hacia el sur, y ahora [en el sur] se enfrentan a una posible invasión terrestre”.

Sobre esta ofensiva, Netanyahu dijo ante un grupo de nuevos reclutas: “Completaremos la eliminación de los batallones de Hamas, incluso en Rafah. No hay fuerza en el mundo que pueda detenernos. Hay muchas fuerzas intentándolo, pero no ayudará, porque este enemigo, después de lo que hizo [los ataques de octubre que dejaron 1.200 muertos], no volverá a hacerlo de nuevo”.

Por su parte, la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, llamó a los países a “hacer algo rápido”, ya mismo, por la población de Gaza. “Hemos perdido nuestra brújula moral, no vemos que [lo que hay en] Gaza son personas, vemos una guerra, y eso no es aceptable”, dijo.

La ONU denunció además que el cruce de Erez, que permite acceder al norte de Gaza, se mantenía cerrado ayer al paso de la ayuda humanitaria. “El único objetivo que se tiene es salvar vidas, pero hasta anoche estaba pendiente el cumplimiento” del anuncio de Israel de que abriría Erez, dijo el portavoz en Ginebra de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke.