Las últimas encuestas publicadas en España antes de las elecciones autonómicas del domingo en el País Vasco concluyen que el partido de la izquierda independentista EH Bildu podría superar por primera vez en la historia al Partido Nacionalista Vasco (PNV), que hoy gobierna en alianza con el Partido Socialista de Euskadi (PSE).
Aunque las dos organizaciones políticas aparecen parejas en los sondeos, algunas mediciones concluyen que EH Bildu podría obtener un mayor número de votos o de escaños que el PNV.
Un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) le atribuye a EH Bildu entre 34,2% y 35,1% de apoyo, frente a un respaldo de entre 32,6% y 33,5% para el PNV.
Otra encuesta, de GAD3, publicada por el diario ABC, concluye que EH Bildu, que postula como gobernante vasco a Pello Otxandiano, reúne una intención de voto de 34,2% frente al 35,6% del PNV, que presenta como candidato a Imanol Pradales. Sin embargo, ese mismo sondeo le da ventaja a la izquierda en número de bancas en el parlamento regional, que es el encargado de votar al jefe de gobierno: EH Bildu obtendría entre 28 y 30 escaños y el PNV entre 27 y 29.
La disputa por el acceso al gobierno tiene entre sus actores también a los indecisos, que se estiman en torno al 20%, y a los demás partidos, que podrían aliarse con EH Bildu o el PNV.
Los socialistas, liderados por Eneko Andueza, aparecen en tercer lugar en las encuestas y se muestran más proclives a apoyar al PNV que a la izquierda vasca. Según los sondeos de CIS y GAD3, el PSE podría reunir entre 12,6% y 14,1% de respaldo y, por lo tanto, sería determinante para definir quién gobernará el País Vasco.
Detrás de los socialistas figura en las encuestas el Partido Popular de Javier de Andrés, con entre 6,7% y 7,5% de los votos. En quinto lugar aparece Sumar, con Alba García como candidata, que obtendría entre 3,1% y 6% de los votos, y entre cero y dos escaños.
Otras dos fuerzas políticas que podrían quedar fuera del Parlamento vasco –o conseguir sólo un escaño– son Elkarrekin Podemos, liderado por Miren Gorrotxategi, y Vox, que postula a Amaia Martínez.
Además del crecimiento de EH Bildu, que ocurrió en las últimas semanas, dos hechos marcaron el final de esta campaña electoral: una agresión sufrida por el candidato del PNV, Pradales, y un debate en torno a ETA.
Pradales fue atacado el martes en la calle por un desconocido que le roció gas pimienta en la cara al terminar un acto. “No sabemos a qué responde, pero este tipo de comportamientos, este tipo de sucesos nos tiene que llevar, como sociedad, a la reflexión de si todo esto de estirar, de tensionar, de crear división, de crear crispación es el camino para una sociedad como la vasca”, dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.
Tanto el candidato de EH Bildu, Otxandiano, como el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, le manifestaron su apoyo a Pradales ante ese ataque que, según la televisión pública vasca, no tuvo motivación política.
Por su parte, la candidata de Vox, Amaia Martínez, rechazó la agresión, pero agregó: “También espero que se encuentren bien nuestros afiliados que han tenido que salir con los antidisturbios en San Sebastián por una turba de proetarras”.
La discusión acerca de ETA surgió en la campaña a raíz de una entrevista que dio Otxandiano a la cadena SER. Durante ese diálogo hizo referencia a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), entidades parapoliciales que actuaron contra ETA en la década de 1980. Consultado sobre si definía a ETA como una “banda terrorista”, el candidato de Bildu dijo que la consideraba un “grupo armado” y destacó el papel que tuvo la izquierda vasca para que terminara la violencia de esa organización, que se disolvió hace seis años.
Pese a que los socialistas llegaron al gobierno español con el apoyo de EH Bildu, la portavoz del gobierno de Sánchez, Pilar Alegría, acusó a Otxandiano de incurrir en “negacionismo con la propia historia” y de mantener una actitud “cobarde” y de “desprecio a las víctimas y la sociedad española en su conjunto”.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó la situación para recordar que el Partido Socialista Obrero Español “ha pactado con Bildu el gobierno de España, el de Navarra y el de Pamplona”, y para desafiarlo a “romper” sus vínculos con la izquierda vasca y “comprometerse” ante un escribano a no renovarlos mientras no condene a ETA. A su vez, el líder de Vox, Santiago Abascal, llamó a ilegalizar a EH Bildu.
En medio de esta polémica, el candidato del PNV a las elecciones del domingo dijo que su partido es la “única alternativa” para “parar” a EH Bildu, que “no ha aprobado la asignatura ética que tiene pendiente”.
Por su parte, Otxandiano dijo a Antena3: “Formo parte de una nueva generación. Ya no existe la violencia armada de ETA y, por lo tanto, estamos en un contexto absolutamente nuevo”.