El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, fallecieron después de que el helicóptero en el que viajaban tuviera que aterrizar de forma forzosa en una zona montañosa y en medio de una densa niebla de regreso de una visita a la frontera con Azerbaiyán, según confirmó este lunes el gobierno iraní.

“El ayatolá Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, ha muerto mientras servía al pueblo. El helicóptero que transportaba a Raisi, debido a las condiciones meteorológicas adversas, sufrió un accidente”, sostiene un comunicado difundido por las autoridades de Irán a través de Telegram, según recogió El País de Madrid. Asimismo, el gobierno iraní manifestó que la muerte del presidente “no supondrá la menor perturbación en la administración” de la nación.

El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, designó al primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, como presidente interino y anunció cinco días de luto en el país. Además, se determinó que Mokhber junto al presidente del Parlamento y el presidente del Poder Judicial deberán tomar las medidas necesarias para convocar a elecciones presidenciales en un plazo de 50 días.

Jamanei escribió en su cuenta de X que recibió “con gran tristeza y pesar la amarga noticia del martirial fallecimiento del competente, trabajador y popular presidente de la República Islámica, el excelentísimo hoyatoleslam Hach Seyed Ebrahim Raisí, junto con sus estimados acompañantes”.

El líder supremo agregó que este “penoso accidente ha ocurrido durante un esfuerzo de servicio” y todo el tiempo que Raisi ocupó “cargos de responsabilidad” dentro y fuera de la presidencia “transcurrió íntegramente entre incesantes esfuerzos por servir a la gente”.