Ataques de artillería sobre campamentos de desplazados palestinos en barrios del oeste de Rafah, en la Franja de Gaza, dejaron más de 20 muertos este martes. Ocurrieron en zonas que supuestamente eran seguras, donde la población se agolpaba en carpas improvisadas, y sin que Israel emitiera órdenes de evacuación para los civiles, informaron las agencias Efe y Europa Press.

Esos ataques tienen lugar después de que un bombardeo israelí dejara cerca de 50 muertos, en su mayoría a causa de un incendio, en la noche del domingo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó esos hechos como un “error trágico”.

Al respecto, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, dijo este martes que si bien hay una investigación que todavía está en marcha, las primeras conclusiones indican que después del bombardeo ocurrió una segunda explosión en otro edificio, situado a 43 metros del lugar atacado y en el que se almacenaban armas de Hamas.

“Esto ha sido un incidente devastador que no esperábamos que pasase. Nuestro ejército lanzó 17 kilos de explosivo, la mínima cantidad que pueden lanzar nuestros aviones de combate. Nuestra munición por sí sola no pudo causar ese incendio devastador”, dijo Hagari. Agregó que el objetivo era matar a dos comandantes de Hamas, y dijo que el área en la que murieron decenas de civiles estaba a más de un kilómetro del blanco del ataque.

Por su parte, las autoridades de Gaza, que pertenecen a Hamas, manifestaron que Israel “tiene la intención deliberada de seguir cometiendo más masacres contra civiles y desplazados que han huido del horror de los asesinatos”.

Los ataques militares israelíes en Rafah comenzaron el 6 de mayo, pese a las advertencias internacionales de que podrían causar un desastre en la población local, y se han intensificado en los últimos días, aunque la Corte Internacional de Justicia ordenó el viernes un cese del fuego inmediato en esa ciudad.

El principal aliado de Israel, Estados Unidos, manifestó que “observará muy de cerca” los resultados finales de la investigación sobre el bombardeo en el campamento de desplazados en Rafah. “La palabra trágico ni siquiera empieza a describir” lo ocurrido, dijo la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que su país seguirá “enfatizando ante Israel su obligación de cumplir plenamente con el Derecho Humanitario, minimizar el impacto de sus operaciones en los civiles y maximizar el flujo de asistencia humanitaria a quienes la necesiten”, dijo.

Esa asistencia sigue siendo muy escasa. La portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Harris, dijo que faltan insumos médicos y que desde que comenzó la ofensiva por tierra en Rafah, hace tres semanas, sólo llegaron tres camiones con ayuda humanitaria de ese tipo.

Acciones diplomáticas

España, Irlanda y Noruega formalizaron este martes su reconocimiento de Palestina como Estado, tal como ya lo habían hecho otros 140 países de la Organización de las Naciones Unidas, entre ellos Uruguay. Pero en el actual contexto la decisión cobró otro impacto político.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, lo calificó como un gesto “valiente” y una muestra del “consenso internacional” acerca de la necesidad de resolver este conflicto. También agradeció que el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, dijera el fin de semana que la solución de dos estados es “la única garantía a largo plazo” para la seguridad de Israel.

A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, acusó en la red X al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, promotor de este reconocimiento conjunto, de ser “cómplice de incitar al asesinato del pueblo judío y de crímenes de guerra”. El canciller español, José Manuel Albares, calificó esas palabras de mentiras “infames” y “deleznables”, y dijo que los tres países responderán de manera conjunta a las “provocaciones de Israel” cuando lo consideren conveniente y no cuando “a ellos les interesa”.

Por otra parte, la Unión Europea invitó a las autoridades israelíes a celebrar una reunión en el marco del Consejo de Asociación entre el bloque e Israel para tratar asuntos “urgentes” en materia de derechos humanos. El portavoz de Borrell, Peter Stano, dijo que respetar las órdenes de la Corte Internacional de Justicia “forma parte de la arquitectura legal en la que se basa el actual orden mundial”.

A su vez, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que su país está a favor de una solución de dos estados y manifestó que si no reconoció a Palestina ahora, es porque busca hacerlo en “un momento útil, en el que los países de la región e Israel estén comprometidos y sobre la base de una reforma de la Autoridad Palestina para producir un resultado útil”. También se refirió a lo ocurrido en Rafah y dijo que está “en shock por las imágenes” del ataque.