Un informe de la inteligencia israelí elaborado semanas antes del ataque de Hamas del 7 de octubre alertó a los comandos militares sobre un plan del movimiento islamista palestino para secuestrar a cientos de personas en Israel, informó la emisora pública israelí Kan.

La unidad 8200, responsable de las escuchas telefónicas, redactó el documento el 19 de setiembre, casi tres semanas antes del ataque de Hamas que desencadenó la guerra en Gaza, reveló en la noche del lunes el informe divulgado por Kan y recogido por AFP.

El informe de inteligencia incluye detalles sobre el entrenamiento de los comandos de élite de Hamas para atacar objetivos militares y kibutz situados en el sur de Israel, muy cerca de la frontera con la Franja de Gaza. La cadena informó que el movimiento islamista pretendía tomar entre “200 y 250 rehenes”.

El ataque sin precedentes de Hamas sobre el sur de Israel perpetrado el 7 de octubre dejó 1.194 muertos, la mayoría de ellos civiles. Ese día, los comandos del grupo palestino secuestraron a 251 personas, según un recuento basado en datos oficiales israelíes. El ejército israelí estima que 116 personas permanecen como rehenes en Gaza, aunque cree que 41 de ellos están muertos.

En respuesta al ataque del 7 de octubre, Israel lanzó una ofensiva que dejó al menos 37.372 muertos en Gaza, la mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, que es gobernado de facto por Hamas desde 2007.

Altos funcionarios de inteligencia del Comando Militar del Sur, responsable de la Franja de Gaza, estaban al tanto del informe de inteligencia que reveló la cadena Kan, citando a funcionarios de seguridad que hablaron bajo condición de anonimato.

Además, luego del ataque de Hamas, los soldados de vigilancia que estaban en servicio a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza especificaron que ellos también habían expresado su preocupación antes de ese día sobre actividades sospechosas, pero fueron ignorados.

Netanyahu rechaza la conformación de una comisión investigadora

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, viene rechazando de manera categórica los llamados a la apertura de una comisión de investigación sobre el ataque de Hamas y afirma que ello debe realizarse una vez que termine la guerra.

Un portavoz militar israelí, interrogado por la AFP sobre el informe de Kan, afirmó que el ejército está “investigando” lo ocurrido el 7 de octubre y se espera que las conclusiones de este informe se conozcan en el correr de julio.

Este domingo, informó Efe, el Tribunal Supremo ordenó suspender temporalmente la investigación sobre los fallos del Ejército y del Shin Bet, la agencia de inteligencia interna, que permitieron la incursión de Hamas, al considerar que era contraproducente hacerlo mientras está en curso la guerra, coincidiendo con la postura de Netanyahu.

“En vista de la compleja realidad y del alcance de la investigación prevista, la cual perjudicará los combates, la investigación debe suspenderse en este momento”, determinó la jueza Gila Canfy-Steinitz ante el pedido presentado por el Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel y del Foro Escudo Defensivo de Israel.

La gigantesca falla en la seguridad israelí del 7 de octubre apenas tuvo consecuencias sobre las autoridades, con sólo dos renuncias de cargos de relevancia en el estamento militar. Mientras tanto, Netanyahu no asumió responsabilidades políticas al respecto.

Un amplio movimiento ciudadano y la oposición reclaman a Netanyahu la convocatoria de elecciones anticipadas por esos fallos y su gestión de guerra. Mientras tanto, el mandatario israelí continúa rodeado de un entorno de gran inestabilidad y presiones de la ultraderecha dentro de su gobierno, lo que lo llevó a disolver el lunes el gabinete de guerra de Israel.

El 22 de abril se produjo la primera renuncia a raíz de los ataques al abandonar su cargo el jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, tras 38 años de servicio militar.

La segunda dimisión no llegó hasta el 9 de junio, cuando el general de brigada Avi Rosenfeld dejó su cargo. En octubre, el jefe del Shin Bet, Ron Bar, pidió disculpas por los sucesos del 7 de octubre y asumió su responsabilidad, pero por el momento no presentó su renuncia y sigue en su cargo.