El gobierno de Israel tenía previsto enviar este jueves una delegación a Doha, la capital de Qatar, para negociar un cese del fuego con Hamas en la Franja de Gaza, pero decidió postergar esa instancia para la semana que viene. El equipo negociador recién viajará después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu complete su agenda en Estados Unidos.

Este jueves Netanyahu se reunió con Joe Biden, a quien le agradeció por “50 años de servicio público y 50 años de apoyo al Estado de Israel”. Un día antes, el presidente estadounidense había dicho que uno de los objetivos principales para lo que resta de su mandato, que finaliza en enero, es terminar con la guerra en Medio Oriente.

El primer ministro israelí también tenía previsto reunirse con la probable candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, y con el candidato republicano, Donald Trump, que lo recibirá el viernes.

Trump dijo a la cadena Fox News que el gobierno de Israel “no es muy bueno gestionando sus relaciones públicas” y agregó sobre su ofensiva en Gaza: “Quiero que termine el trabajo y que lo termine rápido, porque están siendo diezmados por esta [mala] publicidad”.

En Israel, la noticia de que el envío de una delegación a Doha fue postergado motivó que el Foro de las Familias de los Secuestrados pidiera una “reunión urgente” con los negociadores israelíes, encabezados por el titular del Mossad, David Barnea.

“Esta demora es un sabotaje deliberado de la oportunidad de recuperar a nuestros seres queridos. Socava las negociaciones e indica un grave fracaso moral”, manifestó la organización, según citó la agencia Efe. “Ha surgido una crisis de confianza que requiere aclaración”, afirmó el grupo.

Para el Foro, el regreso de sus familiares “sólo puede lograrse mediante un pacto” y llaman a alcanzarlo de inmediato. La ausencia de este acuerdo y la escasa mención a los rehenes de Hamas en el discurso que dio el primer ministro israelí ante el Congreso estadounidense, también generó el repudio de las familias.

Este jueves los cuerpos de cinco rehenes —una mujer civil, Maya Goren, y cuatro militares— fueron encontrados durante una operación militar del ejército israelí en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Sus muertes ya habían sido confirmadas y el ejército presume que murieron el 7 de octubre, durante los ataques de Hamas a Israel. Según las fuerzas de seguridad, Goren fue asesinada en el kibutz Nir Oz y los cuatro soldados murieron ese día cuando se enfrentaron a los milicianos palestinos.

Para recuperar los cinco cuerpos el ejército ordenó el desplazamiento de 150.000 personas de la zona de Mawasi, en Jan Yunis, que había sido catalogada como “zona humanitaria”, y la operación dejó 130 muertos y 400 heridos.

El hallazgo de los cuerpos, en túneles construidos en ese lugar, reforzó en el gabinete de Netanyahu el discurso contrario a un cese del fuego. “Sólo con una intensa presión militar podremos traerlos a todos”, dijo el ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir. Esa acción militar dejó —desde octubre— 39.200 palestinos muertos y más de 90.000 heridos.

La pista sobre el lugar en el que se encontraban los cuerpos de los rehenes fue obtenida por Israel a partir de interrogatorios a palestinos detenidos, que suman miles desde octubre.

Esta semana Amnistía Internacional y Human Rights Watch repudiaron los tratos a los que son sometidos esas personas.

“Las autoridades israelíes deben poner fin a la detención indefinida en régimen de incomunicación de palestinos de la Franja de Gaza ocupada, sin cargos ni juicio”, práctica que aplica “en flagrante violación del Derecho internacional”, manifestó Amnistía Internacional.

La organización denunció que entrevistó a ocho palestinos que estuvieron en cárceles israelíes y que tenían marcas y hematomas compatibles con la tortura que dijeron haber sufrido. Agregó que hay cinco videos verificados de detenciones masivas de personas en ropa interior en Gaza, y que “la desnudez pública forzada durante períodos prolongados viola la prohibición de tortura y otros malos tratos y constituye violencia sexual”.

Human Rights Watch también señaló que “durante meses, las autoridades israelíes han hecho la vista gorda cuando miembros de su ejército publican imágenes y videos deshumanizantes de palestinos bajo su custodia”, entre estas, las de “desnudez forzada”.