La anunciada ausencia de Javier Milei a la cumbre del Mercosur que se llevará a cabo el próximo 8 de julio en Asunción ha generado fuerte polémica en la región luego de que el gobierno brasileño tildó de “lamentable” la decisión del presidente argentino.

Las críticas a la decisión del mandatario, públicamente enfrentado con Lula da Silva, llegan desde todos los sectores por lo que se considera “un desplante” al bloque regional.

Legisladores del Parlamento del Mercosur (Parlasur) consultados por la diaria sumaron sus voces de reclamo y consideraron que Milei “está priorizando su posición personal por sobre los intereses de su país”.

Cecilia Nicolini afirmó que la ausencia es un “agravio para la región”, mientras que el expresidente del Parlasur, Óscar Laborde, consideró que el presidente argentino pone por encima del interés regional su propia posición ideológica “sin considerar los perjuicios que eso traerá a la Argentina”.

Nicolini, quien fue secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación y asesora presidencial durante la presidencia de Alberto Fernández (2019-2023), dijo que el accionar de Milei está “resintiendo peligrosamente” las relaciones entre Brasil y Argentina. “Brasil es un país importantísimo: está liderando este año el G20, el año que viene asumirá la presidencia de los BRICS y la COP 30, que son fundamentales para la región. Entonces, el hecho de que el gobierno argentino no sólo no busque consensos, sino que además critique abiertamente [a Lula], no construye para nada y es muy negativo para sus intereses”, reflexionó.

De todas maneras, la diputada del Mercosur afirmó que espera que la situación pueda “encauzarse y que prevalezca el interés regional como ha sucedido durante tantos años”.

Escenario indeseable

Por su parte, el senador por el Movimiento de Participación Popular (MPP) Daniel Caggiani afirmó que “la diplomacia presidencial tiene que ser utilizada para beneficio de las naciones y no para ahondar las controversias que puedan existir”. “Estamos ante un escenario indeseable. Esperemos que sea la primera de las últimas veces que suceda esta falta de uno de los presidentes”, agregó.

El gobierno argentino anunció que Milei decidió no asistir a la cumbre del Mercosur y, sin embargo, participará este fin de semana en una reunión de la extrema derecha internacional que se celebrará en el balneario Camboriú (en el estado de Santa Catarina, al sur de Brasil) y que contará con la presencia del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022).

El miércoles, el gobierno brasileño calificó de “lamentable” la ausencia del presidente argentino porque sería la primera vez que un Estado miembro del Mercosur no esté representado por su presidente.

La tirantez entre los gobiernos de Argentina y Brasil quedó planteada desde la propia asunción de Javier Milei quien, en los últimos días, renovó sus críticas a su par brasileño, al que definió como “comunista” y llamó “un perfecto dinosaurio idiota”, acusándolo de haber interferido en la campaña electoral de Argentina el año pasado. “Se queja porque le respondo con verdad, pero ha estado preso por corrupción y es comunista”, sentenció.

Un gesto “ideológico”

La actitud del presidente libertario fue cuestionada por el director del Instituto de Estudios de América Latina (Ideal), Óscar Laborde, quien afirmó que el jefe de Estado argentino prioriza su posición ideológica por sobre los intereses de su país.“Ninguna de las acciones que Milei ha tomado tiene que ver con un interés nacional ni representa un beneficio para Argentina o una mejora de su condición comercial o geopolítica, sino todo lo contrario”, afirmó.

Laborde puso como ejemplo el rechazo del mandatario a incorporarse a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a pesar de que es un “objetivo deseado por un montón de países”.

Cuestionó también las confrontaciones que Javier Milei mantuvo contra muchos de los presidentes a los que elige como “enemigos” sólo por ser de izquierda o populares.

“Se pelea con el primer socio comercial, que es Brasil; se pelea con el segundo socio comercial, que es China, y se pelea con el tercer socio comercial y un gran inversionista, como es España. Para completar, decide ahora no concurrir al Mercosur, un hecho gravísimo ya que es la primera vez que un presidente argentino no va a una reunión cumbre de presidentes del bloque”, enumeró.

Acuerdo Mercosur-UE

Con respecto a los temas que se abordarán en la cumbre, Nicolini destacó como uno de los más importantes retomar el debate sobre un posible acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), aunque no se mostró optimista sobre los avances que se pueda lograr.

“Creo que en vez de ser un tratado virtuoso para los dos bloques regionales, terminó siendo un problema, sobre todo para Argentina, porque vulnera su capacidad exportadora y provoca la destrucción sistemática de la industria y del empleo nacional, Es una propuesta para nada alentadora”, subrayó.

A criterio de la parlamentaria, “todavía queda un largo trabajo para analizar las asimetrías con el objetivo de que este acuerdo pueda tener un valor en todo sentido para todos los socios y que no solamente sea un beneficio para algunos”.

Nicolini consideró que en el Mercosur se debe fortalecer este tipo de acuerdos, siempre que sean “espacios virtuosos” que impulsen el desarrollo a nivel local, el empleo y agregue valor y que no sean una “vía más para primarizar las economías latinoamericanas”.

En el mismo sentido, Laborde coincidió en que el acuerdo con la UE está “muy trabado” por varias condiciones. “En primer lugar, hay diferentes países de la Unión Europea que no están de acuerdo con que se firme, lo que demuestra que hay que revisarlo ya que, tal como está concebido actualmente, va a ser muy difícil que prospere, porque hay opiniones muy contradictorias. Por lo tanto, lo más conveniente es negociarlo nuevamente, sin dar por sentado nada, porque justamente esa rigidez es lo que está impidiendo el acuerdo que todos queremos”, observó.

Bolivia y Venezuela

Otro tema considerado fundamental de la cumbre es la situación planteada en Bolivia, donde el presidente Luis Arce denunció un intento de golpe de Estado. Para Caggiani, resulta imperioso que durante la cumbre se hable de la necesidad de una “estabilización institucional” en Bolivia, “ya que es un país que ha recobrado recientemente su democracia”.

El miércoles, la Cámara de Senadores de Bolivia aprobó la ley de ratificación de la adhesión plena de Bolivia al Mercosur; se espera que el gobierno de Arce promulgue la normativa antes de la próxima cumbre.

También la situación de Venezuela fue considerada clave por los entrevistados, ya que existe la posibilidad de que el cónclave de presidentes comience a plantear el retorno de Venezuela al bloque.

“Parecería que luego del 28 de julio pueden darse las condiciones para que Venezuela regrese al Mercosur. Según lo que ha dicho la cancillería brasileña, piensan en un Mercosur de seis miembros. Si no se emiten opiniones sobre las elecciones en Venezuela permitiendo que fluyan y todo se desenvuelve dentro de la normalidad, habría un retorno de ese país al bloque para volver a tener un Mercosur completo”, concluyó Laborde, quien fue embajador de Argentina en Caracas.

¿Un bloque en crisis?

Tanto Laborde como Caggiani negaron que el Mercosur esté en crisis, pero reconocieron que está “tensionado”, sobre todo por la posición ideológica del presidente argentino.

Dicha situación no implica un fin del bloque, ya que ha transitado gobiernos de izquierda y de derecha en todos los país, argumentó Laborde.

“Creo que hay que acostumbrarse a hacer acuerdos permanentes para que, más allá de los cambios de color político que haya en los gobiernos, los acuerdos sean duraderos. En este mundo, la única manera que tiene la región de integrarse en un mundo multipolar es siendo un polo, no integrándose individualmente en cada país”, reflexionó.

Por su parte, Caggiani dijo que el bloque está en una situación de “recomposición” y agregó que el Mercosur ha enfrentado “condiciones más complejas” que las que han perdurado.