En varias campañas electorales el partido de ultraderecha Vox se ha enfocado en los “menas”, como muchos llaman en España a los niños y adolescentes migrantes que llegan al país solos, sin familia ni otros adultos que se hagan cargo de ellos. El partido liderado por Santiago Abascal considera que los “menas” perjudican a los españoles, se aprovechan de los beneficios sociales y están relacionados con diferentes delitos, pese a que no cuente con elementos para probarlo.

Reavivando ese discurso, Vox decidió esta semana romper las alianzas de gobierno que mantenía con el Partido Popular (PP) en varias comunidades autónomas de España. Así reaccionó a un acuerdo que alcanzaron el miércoles el gobierno español y los de varias regiones para redistribuir en el territorio a 347 menores migrantes que se encuentran actualmente en Islas Canarias.

Según informó eldiario.es, el acuerdo no es vinculante ni resuelve todos los casos, ya que Canarias necesitaría trasladar a unos 2.000 niños y adolescentes migrantes. El periódico señaló que el año pasado ya se había llegado a un pacto similar, que abarcaba a 373 menores de edad y tenía financiamiento estatal, pero fue incumplido por la mayoría de las comunidades autónomas.

Este jueves, después de una reunión de la directiva política de su formación convocada de urgencia, Abascal anunció que los cuatro vicepresidentes autonómicos de Vox renunciarán a sus cargos y que su partido pasará a ejercer una oposición “leal y contundente” en las comunidades autónomas en las que hasta ahora gobernaba en coalición con el PP.

A su discurso contra los migrantes, Vox agregó el reproche al PP por no haberle consultado sobre el acuerdo. Abascal dijo que la ruptura se debe a la decisión “unilateral” del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que impidió a los líderes regionales de Vox “votar en contra del reparto de menas”.

Según citó Europa Press, el líder de Vox dijo que Núñez Feijóo debe darles explicaciones a sus votantes, mientras que Vox actuó como prometía hacerlo. “A nosotros no nos ha votado nadie para aceptar la política migratoria de [el presidente del gobierno] Pedro Sánchez, ni el reparto de jueces [en referencia a la renovación del Consejo General del Poder Judicial pactada entre PP y el oficialismo], ni el reparto de menas”, dijo.

El dirigente de extrema derecha afirmó que los españoles sólo reciben “impuestos, inmigración ilegal y menas, es decir, inseguridad y ruina”, y advirtió: “No vamos a ser cómplices de esas decisiones y nos vamos a poner junto a los electores”.

Hasta este jueves, el PP y Vox gobernaban en alianza en Castilla y León, Murcia, la Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura, mientras que en las Islas Baleares el partido de Núñez Feijóo gobierna en minoría y cuenta con el apoyo legislativo de la ultraderecha. En total, esas comunidades autónomas recibirían 110 migrantes, entre diez y 30 cada una.

El PP considera que esos números son muy bajos para justificar la reacción de Vox, especialmente cuando este tipo de acuerdo no es algo novedoso. Por eso sus dirigentes tienden a pensar que la extrema derecha adoptó esta actitud para marcar su perfil ante los votantes, informó Europa Press.

Integrantes del PP dijeron a esa agencia que el acuerdo del miércoles puede ser una excusa usada por Vox para cobrar relevancia después de las elecciones parlamentarias europeas, en las que le surgió un competidor, Alvise Pérez, líder del partido Se Acabó la Fiesta. Esta organización de extrema derecha logró tres bancas en el Parlamento Europeo, mientras que Vox consiguió seis.

“No entiendo qué pretenden”, dijo el portavoz del PP, Borja Sémper. “Canarias es España y los canarios son españoles, merecen la solidaridad del conjunto”, agregó.

El dirigente recordó que Vox acaba de sumarse en el Parlamento Europeo a la bancada que lidera Fidesz, el partido del primer ministro de Hungría, el ultraderechista prorruso Viktor Orbán, y dijo que desde entonces la formación de Abascal “tiene una deriva que deja a las claras dónde está ubicado, qué quiere representar” y que “el PP no representa”.

Según informó el diario.es, ya el lunes Abascal había advertido de la posibilidad de una ruptura con el PP y, en ese discurso, había vinculado una vez más a los migrantes con la delincuencia: “Abandonaremos esos gobiernos inmediatamente. No seremos cómplices de los robos, machetazos y violaciones”.