Con banderas palestinas y consignas contra Israel, miles de personas despidieron en Irán al líder político del movimiento islamista palestino Hamas, Ismail Haniyeh, asesinado el miércoles en Teherán. Para este viernes está previsto que el cuerpo de Haniyeh sea enterrado en Doha, la capital de Qatar, donde residía.

La ceremonia fúnebre en Irán fue encabezada por la máxima autoridad del país, el ayatolá Alí Jamenei, que prometió un “duro castigo” por esa muerte. Tanto el gobierno de Irán como Hamas atribuyen a Israel ese asesinato, que fue cometido mientras el dirigente visitaba Teherán para asistir a la investidura de Masoud Pezeshkian como presidente iraní.

No está claro si el lugar en el que se alojaba fue bombardeado desde afuera o si se detonó un explosivo colocado allí con anterioridad.

El titular del Parlamento de Irán, Mohammad Baqer Qalibaf, dijo que “los crímenes del régimen de Tel Aviv tienen su origen en su incapacidad para contrarrestar a las fuerzas de la resistencia” y manifestó que su país tiene el “deber” de “reaccionar en el lugar y el momento adecuados” para que Israel pague un “alto precio por su acto de asesinato”.

Haniye, además de ser el líder político de Hamas, era uno de sus dirigentes moderados y un interlocutor en las negociaciones —mediadas por varios países— que llevaban adelante Israel y el grupo palestino. También era una figura dispuesta a dialogar con Al Fatah, el partido del presidente palestino Mahmud Abbas, que gobierna en Cisjordania.

Este jueves familiares de los rehenes israelíes, secuestrados por Hamas el 7 de octubre, bloquearon la principal carretera de Tel Aviv para volver a reclamar un acuerdo que incluya la liberación inmediata de esas personas. Afirmaron que se cumplieron “300 días de abandono” por parte del gobierno de Benjamín Netanyahu, y algunos señalaron que a medida que el conflicto parece extenderse, también ven alejarse las posibilidades de un pacto que permita el retorno de sus familiares, señaló Europa Press.

Según citó la agencia, Einav Zangauker, cuyo hijo Matan es uno de los secuestrados, dijo al diario Haaretz: “Estamos a un paso de una guerra en varios frentes y necesitamos un acuerdo sobre los rehenes que traiga a nuestros seres queridos a casa, que conduzca a un acuerdo en el norte y al regreso de los desplazados a sus hogares, que nos deje respirar de nuevo”.

A Israel no sólo se le atribuye el ataque contra Haniyeh en la capital de Irán, sino también el ataque en la capital del Líbano, Beirut, que mató esta semana al jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr. Estas dos acciones aumentaron la preocupación internacional por una ampliación del conflicto en la región.

El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, dijo que Israel se enfrentará a la “ira y venganza” de esa milicia chiita. “Hemos entrado en una nueva etapa”, afirmó. “El enemigo y quienes lo apoyan deben esperar nuestra respuesta, que ciertamente llegará”, dijo. A su vez, el presidente de Irán, Pezeshkian, dijo que “el liderazgo, la nación y el gobierno” de su país “no dejarán de apoyar al oprimido pueblo palestino y continuarán apoyando al eje de resistencia”.

Por su parte, las autoridades israelíes llamaron a la población a tener precauciones si viajan al exterior, ante una posible represalia de Irán, Hamas o Hezbolá. También los hutíes de Yemen prometieron una respuesta contra Israel.

Egipto y Qatar, dos de los mediadores en este conflicto, advirtieron que el asesinato de Haniye socavó sus esfuerzos de acercar a las dos partes. El otro mediador, Estados Unidos, manifestó que todavía es posible alcanzar un acuerdo.

Si bien Israel tiene una política de no adjudicarse ni negar asesinatos —como el de Haniyeh— cometidos en otros países, y la aplicó en el caso de Haniyeh, sí informó este jueves que mató a dos dirigentes del ala militar de Hamas en la Franja de Gaza. El ejército confirmó que Muhamad Deif, jefe militar del movimiento, “fue eliminado” el 13 de julio en el ataque contra la localidad de al-Mawasi, en una acción que dejó otros 90 muertos. Israel descartó así versiones de que Deif podría haber sobrevivido.

“El asesinato del maestro asesino Muhamad Deif, el Bin Laden de Gaza, el 13 de julio de 2024, es un gran paso en el camino hacia la erradicación de Hamas como organización militar y gubernamental”, dijo el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Israel también informó este jueves que mató a Ismail al Ghoul, integrante de la fuerza de élite de Hamas, Nukhba. Un comunicado militar manifestó que “las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet eliminaron a un terrorista de Nukhba, que participó en la masacre del 7 de octubre y fue responsable de la grabación y publicación de los ataques contra las tropas”. Desde ese día, la ofensiva israelí en la Franja de Gaza dejó 39.480 muertos, según las autoridades locales.