Activistas de derecha interrumpieron una audiencia del Tribunal Superior de Justicia de Jerusalén, el miércoles por la mañana, en una protesta contra la decisión del tribunal de escuchar peticiones contra el trato dado a los detenidos palestinos en las instalaciones de la base militar de Sde Teiman, donde se presentaron acusaciones sobre graves abusos perpetrados por soldados israelíes.
Decenas de manifestantes gritaron “Desgracia” y “Somos el soberano” cuando comenzó a hablar un abogado de la Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI), que pidió al tribunal que cierre Sde Teiman, de acuerdo con lo que informó The Times of Israel.
Después de una demora de 30 minutos y luego de que los manifestantes fueran expulsadosdel tribunal, el presidente interino del organismo, Uzi Vogelman, se pronunció con firmeza. “Lo que vimos ahora fue un intento de detener una audiencia judicial. Respetamos mucho el derecho de toda persona en el Estado de Israel a protestar, pero esto no se puede hacer en un tribunal y ciertamente no de una manera que perturbe el desarrollo de una audiencia”, dijo Vogelman. “Los tribunales de Israel actúan de acuerdo con la ley, incluso en tiempos de guerra, y seguirán haciéndolo”, agregó el jurista.
El cuestionamiento sobre lo que sucedía dentro de la base de Sde Teiman tomó notoriedad pública el 29 de julio, cuando el ejército israelí informó sobre la detención de nueve soldados para interrogarlos tras acusaciones de “abuso sexual” a un preso en el centro de detención ubicado en el desierto del Néguev, en el sur de Israel.
Los arrestos provocaron protestas de militantes de extrema derecha y varios manifestantes invadieron la base militar donde estaban los soldados detenidos, calificando los arrestos como una afrenta a su servicio. El martes por la noche, el Canal 12 de Israel transmitió -lo que dijo que eran- imágenes de una cámara de seguridad de Sde Teiman que mostraban a varios soldados trasladando a un detenido a un lado de un gran salón donde se ve a otros detenidos tirados en el suelo boca abajo con las manos sobre la cabeza.
En las imágenes, desde un ángulo diferente, se muestra a los soldados levantando escudos protectores, aparentemente ocultando al detenido de la vista, según el informe. Canal 12 dijo que el video era parte de la investigación sobre la presunta agresión sexual.
Si bien el ejército negó en general los malos tratos a los detenidos palestinos, un informe presentado el lunes por el grupo de defensa de derechos humanos B'Tselem concluyó que Israel viene llevando una política sistemática de abuso y tortura de prisioneros desde el comienzo de la guerra en Gaza, sometiendo a los detenidos palestinos a actos que van desde violencia arbitraria hasta abuso sexual.
B'Tselem dijo que su informe, titulado “Bienvenidos al infierno”, se basó en entrevistas con 55 palestinos de Gaza, Cisjordania e Israel que estuvieron bajo custodia israelí, la mayoría de los cuales no fueron juzgados por ningún delito.
Todos los detenidos entrevistados para el informe fueron liberados en los meses posteriores al ataque de Hamas sobre el sur de Israel el 7 de octubre, en el que unas 1.200 personas fueron asesinadas y otras 251 tomadas como rehenes, lo que inició el conflicto en curso.
“Los testimonios indican claramente una política institucional sistemática centrada en el continuo abuso y tortura de todos los prisioneros palestinos detenidos por Israel”, dice el informe de B'Tselem. “La nueva política”, que supuestamente comenzó a raíz del 7 de octubre bajo el liderazgo del ministro de Seguridad Nacional, el extremista de derecha Itamar Ben Gvir, “se aplica en todas las instalaciones carcelarias y a todos los prisioneros palestinos”, dejando de lado “las obligaciones de Israel ante la legislación interna y el derecho internacional”.
“Entre sus principios principales se encuentran la implacable violencia física y psicológica, la negación de tratamiento médico, el hambre, la privación del sueño y la confiscación de todas las pertenencias personales”, se expresó desde B'Tselem en un resumen del informe. Los prisioneros palestinos fueron sometidos a palizas arbitrarias, tratos degradantes y humillantes, así como “el uso repetido de violencia sexual, en diversos grados de gravedad”, alegó el grupo.
La Asociación de Centros de Crisis por Violación en Israel respondió al informe diciendo: “La serie de testimonios de abuso sexual en los centros de detención de seguridad es horrorosa y exige acciones. El abuso sexual no tiene un contexto y no hay circunstancias en las que esté permitido, ni siquiera para el castigo del peor de nuestros enemigos”.