Según el informe difundido el jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) argentino, el índice de pobreza llegó en el primer semestre del año al 52,9%, el número más alto desde 2003. Si se compara con el mismo semestre del año anterior, se puede afirmar que la pobreza dio un salto de casi 13 puntos porcentuales en el territorio argentino.
El número que aparece en el trabajo realizado por la entidad oficial se sitúa por encima del 41,7% que se registró a fines del año pasado, y del 40,1% entre enero y junio de 2023.
Actualmente, la cantidad de personas pobres, si se proyectan los datos oficiales a todo el país, llega a casi 25 millones. Mientras tanto, la indigencia saltó a 18,1% y alcanza a 8,5 millones de personas.
La cantidad de niños pobres de entre cero y 14 años llegó a 66,1%, lo que en números significa que 7,3 millones de chicos de esta edad viven en condiciones de pobreza, informó La Nación. Si se tiene en cuenta que el año pasado se cerró, de acuerdo a las estadísticas oficiales, con 19,5 millones de pobres, en los primeros seis meses del año se sumaron a esa condición 5,4 millones de argentinos. En tanto, se habrían sumado a la pobreza extrema (la indigencia) casi tres millones de personas.
Si se discrimina por regiones, de acuerdo al Indec el aglomerado con mayor pobreza del país fue Gran Resistencia, la capital de la provincia de Chaco y sus localidades circundantes, con 76,2%. Formosa aparece después con 67,6%; La Rioja, con 66,4% y Santiago del Estero-La Banda, con 64%.
Como es habitual, la Ciudad de Buenos Aires es la que muestra menos cantidad de pobreza relativa (23,1%). En niveles absolutos, en las zonas del conurbano, las que rodean a la capital, el número de personas que viven en la pobreza es de aproximadamente dos millones.
El año pasado, cuando finalizó el gobierno de Alberto Fernández, el índice de pobreza estaba en 41,7% y el de indigencia de 11,9% en un contexto de caída de la economía, del empleo, de los salarios y de una inflación galopante que se triplicaba en sólo un año. Cuando el cuarto gobierno kirchnerista comenzó su gestión, la pobreza era de 35,5%.
Antes del mediodía, y anticipándose al impacto que generaría la cifra que se divulgó en la tarde, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó quitarle responsabilidad por el aumento de la pobreza al actual gobierno que encabeza Javier Milei, de acuerdo a lo que informó eldiarioar.com. Adorni dijo que “si no se evitaba la hiperinflación la pobreza se hubiese llevado de cerca de 40% a cerca del 95%”, aunque puertas adentro los funcionarios del gobierno admiten la relevancia que tuvo el ajuste llevado adelante por la administración de Milei en estos resultados.
“Nos dejaron implantadas un montón de bombas que iban a afectar la actividad y también a los salarios reales y a la inflación”, dijo Adorni durante la conferencia de prensa que realizó en la Casa Rosada. Fuentes del gobierno reconocieron a eldiarioar.com que, por el nivel de ajuste de las medidas aplicadas, un crecimiento de la pobreza como el que se registró era algo inevitable. “Se hizo lo que se tenía que hacer para ordenar el desastre”, expresaron.
Adorni, en defensa de la gestión a la que responde, también destacó que desde el gobierno de Milei hacen “todo para que cambie. De hecho, hace cuatro períodos que el salario comenzó a recuperarse”.
El vocero presidencial aseguró que “la gente votó al presidente (Javier Milei) diciendo que su principal objetivo era bajar la inflación ordenando la macroeconomía. Y siempre dijimos que 2024 iba a ser peor que 2023”.