Este lunes en la Casa Rosada el presidente argentino, Javier Milei, encabezó la primera reunión de gabinete después de los cambios que se produjeron en el equipo de gobierno en las últimas horas.

La variante más trascendente fue el ascenso de Manuel Adorni, que dejará de ser el vocero presidencial y pasará a ejercer el cargo de jefe de Gabinete, posición que ocupaba Guillermo Francos hasta su renuncia del viernes.

Este movimiento puede ser leído como una clara muestra del poder ascendente de la secretaria de la Presidencia, Karina Milei, quien como uno de los pilares del poder sobre los que se sostiene el presidente promovió para el cargo a Adorni, una persona sin ninguna trayectoria política, pero que garantiza absoluta lealtad a la hermana del mandatario.

La otra novedad es que Santiago Caputo, el tercer lado del llamado triángulo de hierro presidencial –que incluye, claro está, a los hermanos Milei–, cuyo nombre había sonado para ser jefe de gabinete, no fue designado para cumplir esa función. Y no sólo eso: tampoco fue designado ministro del Interior.

Por el contrario, Caputo por ahora no tiene nada más que lo que tenía, no puede manejar presupuestos –que es su pretensión– y sigue siendo un funcionario sin cargo, pero contratado por la Presidencia. Es Caputo, entonces, una figura derrotada o al menos opacada en este recambio de funciones dentro del Ejecutivo libertario.

Al revés de lo que se creía después de las elecciones de setiembre en la provincia de Buenos Aires, en las que el oficialismo sufrió una dura derrota, ahora la figura de Karina retomó fuerza. Prueba de ello es que todos aquellos que habían quedado golpeados y severamente desprestigiados después de las supuestas coimas de 3% que presuntamente cobraba la hermana del presidente, como Martín Menem, quedaron en sus puestos y conservan sus cuotas de poder.

También estuvo en la reunión de este lunes el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien la semana antes de la elección tenía preparada su renuncia, pero por expreso pedido de Milei permanecerá en el cargo por lo menos hasta marzo del año que viene.

La otra gran novedad que presentó el gabinete ministerial argentino en la reunión de esta mañana fue la presencia de Diego Santilli, quien fue designado ministro del Interior tras la renuncia, el viernes, de Lisandro Catalán, un hombre que respondía a Francos y que presentó su renuncia junto con él.

La elección de Santilli, quien lideró la lista de candidatos a diputados en las recientes elecciones legislativas, pero que no asumirá su cargo, parece ser una apuesta personal de Milei.

Si bien Santilli pertenece al PRO, no es ni cerca una figura cercana al líder del sector amarillo, el expresidente Mauricio Macri, y se especula que, más allá de que tenga una capacidad de diálogo necesaria para la función que va a cumplir, que consiste en coordinar las acciones del gobierno federal con los provinciales, en última instancia siempre responderá a los hermanos Milei.

Según informó La Nación, en la reunión de este lunes en la Casa Rosada, además de los ministros, participaron el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; la secretaria de Legal y Técnica, María Ibarzábal, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.

Adorni asumirá formalmente su cargo como jefe de Gabinete el miércoles. Está previsto que el presidente Milei le tome juramento antes de viajar a la ciudad estadounidense de Miami, donde participará en el America Business Forum, y también en una nueva edición de la Conferencia Política de Acción Conservadora.

Pero además de los ya mencionados, están previstos otros cambios dentro del gabinete ministerial.

Está pendiente la confirmación de Alejandra Monteoliva, actual secretaria de Seguridad, como reemplazante de Patricia Bullrich, que dejará su puesto como ministra de Seguridad para asumir como senadora el 10 de diciembre.

Ese mismo día, el actual ministro de Defensa, Luis Petri, asumirá su banca como diputado nacional por la provincia de Mendoza, y se especula que Luciana Carrasco, jefa de gabinete del Ministerio de Defensa, será su reemplazante.