Con el voto favorable de 13 de los 15 países que lo integran, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el lunes el despliegue de una fuerza internacional de estabilización en Gaza, basada en el plan de 20 puntos del presidente estadounidense, Donald Trump, que posibilitó la frágil tregua vigente en el territorio palestino.

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Argelia, Dinamarca, Eslovenia, Grecia, Guyana, Pakistán, Panamá, Corea del Sur, Sierra Leona y Somalia votaron a favor, mientras que Rusia y China se abstuvieron, por lo que la iniciativa no tuvo votos en contra.

Fue por esto que esta decisión constituyó un raro ejemplo de acción concertada de la ONU sobre Gaza, tras dos años de estancamiento diplomático durante los cuales al menos 71.000 palestinos fueron asesinados, en el marco de la ofensiva israelí que generó acusaciones de genocidio por parte de una comisión de investigación de la ONU y grupos de derechos humanos.

El punto más importante de la resolución autoriza a la Junta de la Paz y a las Fuerzas de Seguridad Iraquíes (FSI) a operar en Gaza hasta finales de 2027, y un funcionario estadounidense declaró a The Times of Israel que Washington pretende que la fuerza extranjera se despliegue a principios de 2026.

La resolución también hace referencia a un posible futuro para la creación de un Estado palestino, afirmando que “finalmente podrían darse las condiciones para una vía creíble hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino” una vez que la Autoridad Palestina implemente reformas y avance la reconstrucción de Gaza.

La inclusión de un Estado palestino independiente fue la condición que Estados Unidos pagó por el respaldo del mundo árabe e islámico, que se espera que aporte fuerzas de paz para la fuerza de estabilización que se instalará en Gaza. Si bien estuvo la inclusión en el texto del concepto de un futuro Estado palestino, fue un aspecto menor de la resolución, porque en el futuro inmediato otras partes de esta tendrán mucha más influencia sobre la situación en Israel y Gaza.

En ese sentido, el domingo, un día antes de que se adoptara la resolución en la sede de la ONU en Nueva York, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró la firme oposición de su gobierno a la creación de un Estado palestino, generando dudas sobre si Israel permitirá la implementación de las propuestas respaldadas por la ONU.

El lunes, luego de la votación, el representante israelí ante la ONU, Danny Danon, emitió un comunicado en el que afirmó que la desmilitarización de Hamas es una condición fundamental del acuerdo de paz. “No habrá futuro en Gaza mientras Hamas posea armas”, declaró Danon.

Por su parte, la Autoridad Palestina acogió con satisfacción la aprobación de la resolución, subrayando su disposición a trabajar con la comunidad internacional para implementarla, “de manera que se ponga fin al sufrimiento del pueblo palestino en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, y se avance por la vía política que conduzca a la paz, la seguridad y la estabilidad entre palestinos e israelíes, sobre la base de la solución de dos estados”.

La organización islamista palestina Hamas, en cambio, rechazó lo que describió como un “mecanismo de tutela internacional” impuesto, e insistió en que no se desarmaría. Los partidarios de la resolución afirmaron que esta debería conducir al levantamiento inmediato de las restricciones restantes al flujo de ayuda a la Franja de Gaza, la creación de una fuerza internacional de estabilización que llene el vacío dejado por la retirada militar israelí, y avances hacia la reconstrucción y una posible “vía hacia la autodeterminación y la creación de un Estado palestino”.

Uno de los votos que estaban en duda respecto de la resolución finalmente aprobada fue el de Argelia, a cuyo gobierno varias facciones palestinas habían pedido que no apoyara la iniciativa. “Presentamos las enmiendas que consideramos esenciales para garantizar el equilibrio y la integridad del texto. Algunas de esas propuestas fueron aceptadas”, declaró el enviado argelino, Amar Bendjama, en nombre del bloque árabe, dejando claro que consideraban el documento como un primer paso hacia la soberanía palestina.

“Argelia finalmente ha decidido votar a favor de este texto, cuyo objetivo principal apoyamos: el mantenimiento del alto el fuego y la creación de las condiciones que permitan al pueblo palestino ejercer su derecho fundamental a la autodeterminación y a la creación de un Estado”, expresó el funcionario del país africano.