La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, se encuentra en Ecuador. Llegó a ese país por el interés de Washington en instalar oficinas de su Departamento de Seguridad Nacional, según informó este miércoles el gobierno del presidente Daniel Noboa.

Junto con el mandatario derechista, un firme aliado de su par estadounidense, Donald Trump, Noem recorrerá las bases militares ecuatorianas situadas en las ciudades costeras de Manta y Salinas.

La jerarca estadounidense conocerá “instalaciones estratégicas” para “potenciales bases” del Departamento de Seguridad Nacional, dijo este miércoles la portavoz presidencial, Carolina Jaramillo, en una conferencia de prensa en Quito consignada por la agencia AFP.

Ese departamento del gobierno estadounidense protege al país de posibles amenazas. Sus funciones abarcan la prevención del terrorismo, el control fronterizo y la gestión migratoria, entre otras.

En esas eventuales bases operarán “agencias de seguridad y defensa” de Estados Unidos y fuerzas policiales y militares de Ecuador a cargo de la lucha contra el crimen organizado, agregó la vocera.

Noboa anunció la semana pasada que su gobierno y el de Trump descartaron la idea de instalar una base militar estadounidense en Galápagos como parte de una ofensiva contra el narcotráfico en el Pacífico.

Manta acogió durante una década aviones estadounidenses para operativos antidrogas, hasta 2009, cuando durante el gobierno de Rafael Correa se dio fin al acuerdo entre los dos países.

En Ecuador actualmente operan una veintena de organizaciones del narco locales, que tienen nexos con cárteles internacionales.

Debido a la intensificación de la violencia entre estas organizaciones delictivas, Ecuador pasó en pocos años a ser uno de los países más violentos de América Latina.

Prueba de esto es que, de acuerdo con estadísticas oficiales, en los últimos seis años los homicidios se dispararon más de 600%.

Acerca de la posibilidad de que Estados Unidos pueda instalar tropas y trabajar desde territorio ecuatoriano decidirá la ciudadanía en los comicios del 16 de noviembre.

Ese día los ecuatorianos deberán responder tres preguntas y una propuesta de instalar una Asamblea Constituyente que redacte una nueva carta magna.

De acuerdo con lo que informó el portal local Primicias, en las elecciones se le preguntará a la ciudadanía si está de acuerdo con la actual prohibición de que haya bases militares extranjeras en el país.

La segunda pregunta referirá a la financiación de los partidos políticos. La idea del presidente Noboa es eliminar la obligación del Estado de asignar recursos del Presupuesto General del Estado a las organizaciones políticas, para lo que pretende reformar parcialmente la Constitución. En caso de que esta iniciativa sea aprobada, el Estado ecuatoriano ya no tendrá la obligación de entregar recursos públicos a los partidos políticos.

La tercera pregunta será acerca de la reducción de integrantes de la Asamblea Nacional, el órgano unicameral legislativo que existe en el país. De imponerse el Sí en esta pregunta, la reducción del número de asambleístas será drástica para el siguiente período legislativo: se pasará de los actuales 151 a apenas 73.

En paralelo, el mandatario convocó en setiembre a una consulta popular para decidir si se conforma una Asamblea Constituyente que redacte una nueva carta magna, con miras a endurecer su guerra contra el crimen organizado.

En caso de que sea aprobada por la población, la Asamblea Constituyente tendrá 80 miembros elegidos mediante el voto popular.

La posibilidad de impulsar un proceso constituyente fue mencionada por Noboa en las elecciones presidenciales de enero y estuvo latente desde que se impuso a Luisa González en la segunda vuelta y obtuvo la reelección.