En el marco de una conferencia educativa organizada por el diario sionista religioso Makor Rishon, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz afirmó que se deberían establecer bases del ejército y escuelas de estudio religiosas en el norte de la Franja de Gaza, en el contexto de una serie de declaraciones contradictorias del jerarca sobre las verdaderas intenciones del gobierno que preside el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre el territorio palestino.

Además, Katz calificó la política israelí en Cisjordania, el más grande y poblado de los territorios palestinos, como una “anexión de facto” y dejó clara su voluntad de expandir los asentamientos mientras se expulsa a los palestinos de los “campos terroristas”.

Israel permitirá que los colonos judíos vivan en el norte de Gaza en algún momento en el futuro, declaró la semana pasada Katz, quien prometió además que las fuerzas israelíes nunca se retirarían por completo de toda Gaza y que habría una importante zona de contención.

Pero, contradictoriamente, Katz declaró luego, en un intento de aclarar sus dichos, que Israel no tenía intención de “establecer asentamientos en Gaza”, recordó el diario israelí Haaretz.

En un sentido similar se expresó en el comienzo de esta semana el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, de extrema derecha, quien anunció que las autoridades habían dado luz verde al plan de instalar 19 asentamientos en varias zonas de Cisjordania, afirmando explícitamente que la decisión tenía como objetivo impedir el establecimiento de un futuro Estado palestino.

“Estamos deteniendo el establecimiento de un Estado terrorista palestino sobre el terreno”, declaró Smotrich al anunciar el plan. “Seguiremos desarrollando, construyendo y asentándonos en la tierra de nuestros antepasados”, agregó el jerarca extremista, de acuerdo a lo que informó The Times of Israel.

Smotrich también afirmó que el gobierno de Netanyahu aprobó “la construcción o legalizó retroactivamente 69 nuevos asentamientos desde que asumió el cargo a finales de 2022”.

El anuncio de Smotrich fue respondido por 14 países, entre ellos Reino Unido, Canadá, Dinamarca y Francia, que condenaron la aprobación de las instalación de los nuevos asentamientos en Cisjordania, alegando que la medida es ilegal y pone en peligro el alto el fuego en Gaza, así como la paz y la seguridad a largo plazo en toda la región.

Según informó la cadena qatarí Al Jazeera, en un comunicado conjunto los países afirmaron que las acciones de Israel violan el derecho internacional y amenazan con socavar la frágil tregua en Gaza, mientras los mediadores trabajan para implementar la segunda fase del alto el fuego en una guerra en la que las fuerzas israelíes, en su ofensiva sobre la Franja, asesinaron a más de 70.000 personas, de acuerdo a cifras oficiales.

“Nosotros, los estados de Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Islandia, Irlanda, Japón, Malta, Países Bajos, Noruega, España y Reino Unido, condenamos la aprobación por parte del gabinete de seguridad israelí de 19 nuevos asentamientos en la Cisjordania ocupada”, se expresa en la declaración conjunta.

“Recordamos nuestra clara oposición a cualquier forma de anexión y a la expansión de las políticas de asentamientos”, declararon los gobiernos de los países firmantes del documento, y agregaron: “Exhortamos a Israel a revertir esta decisión, así como la expansión de los asentamientos”.

“Apoyamos firmemente el derecho de los palestinos a la autodeterminación. Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con una paz integral, justa y duradera, basada en la solución de dos estados”, dijeron además.

En su respuesta, Israel calificó las críticas de discriminatorias. “Los gobiernos extranjeros no restringirán el derecho de los judíos a vivir en la Tierra de Israel, y cualquier llamado en ese sentido es moralmente incorrecto y discriminatorio contra ellos”, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar.

A principios de este mes, las Naciones Unidas declararon que la expansión de los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado –todos ellos ilegales según el derecho internacional– había alcanzado actualmente su nivel más alto desde 2017.