En el sur de la Franja de Gaza, en Jan Yunis, milicianos del grupo Hamas y de la Yihad Islámica entregaron este jueves al Comité Internacional de la Cruz Roja los cadáveres que supuestamente correspondían a cuatro rehenes israelíes secuestrados el 7 de octubre de 2023.

El ejército de Israel los trasladó al instituto forense Abu Kabir, de Tel Aviv, donde poco después fue confirmada la identidad de una de esas personas. Se trata de Oded Lifshitz, que tenía 83 años cuando fue secuestrado. Los otros tres cuerpos, según comunicó Hamas, eran los de Shiri Bibas Silverman, de 32 años, y sus hijos Ariel y Kfir Bibas, de cinco y dos años, respectivamente.

Sin embargo, en la noche del jueves las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por su sigla en inglés) comunicaron que se habían identificado los restos de Ariel y Kfir, pero que el cuarto cuerpo no pertenecía a Shiri ni tampoco a ningún otro de los rehenes. “Es un cuerpo anónimo, no identificado”, agregaron en un comunicado, según The Times of Israel. “Esta es una seria violación por parte de Hamas” al acuerdo para devolver a los rehenes, agregaron las IDF, que exigieron el regreso de Shiri Bibas a Israel.

Ya el 29 de noviembre de 2023, durante la primera tregua entre Hamas e Israel, el grupo palestino comunicó que la mujer y sus dos hijos habían muerto en cautiverio debido a un bombardeo israelí. Pero Israel nunca lo confirmó.

Antes de entregar los cuatro cuerpos, los milicianos expusieron sus ataúdes ante una enorme pancarta con una imagen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con colmillos ensangrentados y las fotos de los fallecidos con el mensaje “El criminal de guerra Netanyahu y su ejército nazi los mataron con misiles desde aviones sionistas”.

Esa exposición fue repudiada por el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. “Según el derecho internacional, toda entrega de restos mortales debe cumplir la prohibición de tratos crueles, inhumanos o degradantes, garantizando el respeto de la dignidad de los fallecidos y sus familias”, manifestó en un comunicado.

David Mencer, portavoz de la oficina del primer ministro israelí, afirmó: “Los responsables de la muerte de nuestros rehenes son Hamas y el resto de las organizaciones terroristas y, de hecho, los civiles de Gaza que los tomaron como rehenes el 7 de octubre y nadie más”. Agregó que esos rehenes “nunca deberían haber sido apresados”.

La familia Bibas, en particular sus hijos, los rehenes de menor edad de las cerca de 240 personas secuestradas durante los ataques de 2023, se convirtieron en un símbolo en Israel y hubo manifestaciones en reclamo de su liberación en las que se utilizó vestimenta anaranjada, en referencia al color de su pelo. También Yardén Bibas, el padre de los dos niños y marido de Shiri, había sido secuestrado y fue liberado el 1º de febrero.

Oded Lifshitz, que al igual que ellos fue secuestrado en el kibutz Nir Oz, del que había sido uno de los fundadores, fue un periodista y militante por la paz en la región. Su esposa, Yocheved Lifshitz, también secuestrada, fue liberada en octubre de 2023 por razones humanitarias.

El kibutz Nir Oz publicó un comunicado de despedida en el que afirma que Oded Lifshitz “dedicó su vida a su familia, al trabajo social, al periodismo, a la promoción de los derechos de las minorías y a la lucha por resolver el conflicto israelí-palestino”.

La oficina del primer ministro israelí dijo en un comunicado que “Oded Lifshitz fue asesinado en cautiverio por la organización terrorista Yihad Islámica Palestina”. A su vez, el gobierno de Gaza afirmó que hizo “todo lo que estuvo a su alcance” para mantener con vida a los rehenes.

Por otra parte, un vocero de las autoridades gazatíes, Ismail al Thawabta, acusó al Comité Internacional de la Cruz Roja de aplicar un “doble rasero” a los muertos según si son israelíes o palestinos.

“Mientras la Cruz Roja celebra solemnes ceremonias oficiales al recibir los cuerpos de los prisioneros israelíes, entrega los cuerpos de los mártires palestinos en bolsas azules que son arrojadas a camiones que carecen de los elementos más básicos de dignidad humana”, dijo.

Desde los ataques de octubre, más de 48.300 personas murieron en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, y más de 111.000 sufrieron heridas por los bombardeos y disparos israelíes, algunas incluso después de declarada la tregua.

A partir del acuerdo entre las dos partes hubo siete instancias de intercambio de personas, y está prevista otra para el sábado, en la que serán liberados seis rehenes a cambio de centenares de palestinos detenidos en cárceles israelíes. También está pendiente que se comience a negociar una segunda etapa del cese del fuego.

Este viernes, además, representantes de Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania, la Autoridad Nacional Palestina y el Consejo de Cooperación del Golfo se reunirán en Arabia Saudita para dialogar sobre un plan para la Franja de Gaza contrapuesto al que propuso el presidente Donald Trump, que implica la expulsión de los habitantes de ese territorio que pasaría a ser controlado por Estados Unidos.

El primer ministro de Egipto, Mustafa Madbuli, dijo que con la colaboración de varios países de Medio Oriente, la Franja de Gaza podría ser reconstruida en tres años. Sin embargo, la destrucción que ocasionaron los bombardeos israelíes en ese territorio es tal que Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea estiman que el costo de la reconstrucción será de unos 53.000 millones de dólares.