Este lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió retrasar por al menos un mes la imposición de aranceles a los productos mexicanos y canadienses que había anunciado el sábado, luego de mantener conversaciones telefónicas con la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Los aranceles del 25% sobre México y Canadá, que en el caso de los combustibles canadienses iba a ser del 10%, debían comenzar a implementarse el martes, pero quedaron en punto cero.
Los acuerdos se produjeron en un día de extrema volatilidad en los mercados financieros globales, cuando los inversionistas, ante la enorme incertidumbre, reaccionaron ante la perspectiva de una guerra comercial que involucra a las economías más grandes del mundo.
En sendos mensajes publicados en sus redes sociales, tanto Trump como Sheinbaum dijeron que México enviará 10.000 soldados a la frontera con Estados Unidos, quienes tendrán la tarea de detener el flujo de drogas, principalmente de fentanilo, pero también de controlar a los inmigrantes que ingresan de manera ilegal a territorio estadounidense.
Trump dijo en una publicación de Truth Social que su llamada con Sheinbaum fue “amistosa” y que “acordaron pausar inmediatamente los aranceles anticipados por un período de un mes”, y agregó que, durante ese tiempo, el secretario de Estado, Marco Rubio, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y Howard Lutnick, candidato a secretario de Comercio, sostendrán negociaciones con “representantes de alto nivel de México”.
“Espero participar en esas negociaciones con la presidenta Sheinbaum, mientras intentamos lograr un acuerdo entre nuestros dos países”, explicó Trump en su mensaje publicado en Truth.
Por su parte, la presidenta Sheinbaum, que luego de la medida había recibido un fuerte apoyo de parte de numerosas cámaras empresariales de su país, que lógicamente temían una enorme disminución en sus ganancias, explicó este lunes que su conversación con Trump había sido “buena” y en términos de “mucho respeto”.
La líder izquierdista, al igual que Trump, informó sobre el traslado de 10.000 integrantes de la Guardia Nacional hacia la frontera norte para controlar el tráfico de drogas.
Además, algo que el líder republicano no había mencionado y que Sheinbaum informó es que, en la conversación, Trump se “comprometió a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder a México”. “Nuestros equipos empezarán a trabajar hoy mismo en dos vertientes: seguridad y comercio. Se ponen en pausa los aranceles por un mes a partir de ahora”, concluyó la presidenta de México.
Algunas horas más tarde, tanto Trump como el primer ministro canadiense comunicaron que habían conversado y que las decisiones arancelarias que se habían adoptado mutuamente habían quedado sin efecto.
En su cuenta de X, Trudeau escribió: “Acabo de tener una buena llamada con el presidente Trump. Canadá está implementando nuestro plan fronterizo de 1.300 millones de dólares: reforzando la frontera con nuevos helicópteros, tecnología y personal, mejorando la coordinación con nuestros socios estadounidenses y aumentando los recursos para detener el flujo de fentanilo. Casi 10.000 miembros del personal de primera línea están y trabajarán para proteger la frontera. Además, Canadá está asumiendo nuevos compromisos para nombrar un zar del fentanilo, incluiremos a los cárteles como terroristas, aseguraremos vigilancia en la frontera las 24 horas del día, los siete días de la semana, y lanzaremos una Fuerza de Ataque Conjunta Canadá-Estados Unidos para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero. También he firmado una nueva directiva de inteligencia sobre el crimen organizado y el fentanilo y la respaldaremos con 200 millones de dólares. Los aranceles propuestos se suspenderán durante al menos 30 días mientras trabajamos juntos”.