Un grupo de hombres armados, con sede en Pakistán, atacó a un grupo de turistas en la pradera Baisaran, cerca de la ciudad turística Pahalgam, en la Cachemira hoy administrada por India y disputada con Pakistán. El ataque causó la muerte de 25 turistas indios y un nepalí, así como más de una docena de heridos, según Efe.

De acuerdo con testigos consignados por la agencia de noticias, los atacantes salieron de los bosques de pinos que rodean la pradera y atacaron de manera selectiva a personas que creían que no eran musulmanes.

El diario británico The Guardian informó, con base en testimonios de sobrevivientes, que los milicianos pidieron a los hombres que habían reunido que recitaran versos islámicos, antes de ejecutar a quienes no pudieron hacerlo. Por su parte, Asavari Jagdale, una mujer que perdió a su padre y su tío, dijo a medios locales que los integrantes del grupo le hicieron ese pedido a su padre, pero cuando falló le dispararon detrás de la oreja y en la espalda.

El grupo se autodenomina Frente de Resistencia (FRT) y en redes sociales reivindicaron los asesinatos. Las autoridades indias presumen que se trata de una organización pantalla de Lashkar-e-Taiba (LeT), que también tiene sede en Pakistán y fue responsable de otros atentados en India en el pasado.

El FRT, por su parte, se formó luego de que en 2019 India revocara el estatus de semiautónomo de Cachemira. Esta región está en disputa entre India y Pakistán desde que ambos países se independizaron de Reino Unido, en 1947, y en la actualidad cada país controla una parte del territorio.

Narendra Modi, primer ministro de India, en su cuenta de X condenó el ataque y envió condolencias a quienes perdieron seres queridos, y afirmó que “quienes están detrás de este atroz acto sean traídos a la Justicia, y no serán perdonados”. “Su malvada agenda jamás triunfará. Nuestra determinación de luchar contra el terrorismo es inquebrantable y será cada vez más fuerte”.

Homenaje a los turistas asesinados a tiros por terroristas en Pahalgam, Cachemira, el 23 de abril, en Amristar, India.

Homenaje a los turistas asesinados a tiros por terroristas en Pahalgam, Cachemira, el 23 de abril, en Amristar, India.

Foto: Narinder Nanu, AFP

El gobierno de Modi asevera que el atentado tuvo vínculos transfronterizos con Pakistán y acusa a ese país de ser cómplice de la insurgencia, si bien este último niega las acusaciones.

En ese marco, India anunció el cierre del cruce fronterizo de la única ruta terrestre entre ambas naciones, la expulsión de diplomáticos paquistaníes y la declaración de persona non grata de los asesores de defensa paquistaníes. A su vez, retirará a sus propios asesores de Islamabad, capital de Pakistán. Asimismo, India anunció la suspensión inmediata del Tratado de Aguas del Indo, un acuerdo entre ambos países que data de 1960 y determina el reparto de las aguas del sistema del río Indo, y que es esencial para la gestión de los recursos hídricos.

El tratado fue negociado por el Banco Mundial y consiste en que las aguas de los ríos orientales (Ravi, Beas y Sutlej) se asignan a India, mientras que a Pakistán le corresponden los derechos de los ríos occidentales (Indo, Jhelum y Chenab). Este último país es el que sale más beneficiado, ya que tiene acceso a aproximadamente 80% del caudal total. Ante estas medidas, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, convocó una reunión del Comité de Seguridad Nacional para este jueves para preparar una respuesta a los anuncios.

Si bien ambos países administran una parte del territorio de Cachemira, desde 1989 reclaman el territorio en su totalidad y musulmanes radicados en la región disputada apoyan lo dispuesto por los rebeldes de unir el territorio, ya sea bajo dominio paquistaní o como país independiente.