La Sala II de la Cámara Federal Porteña confirmó el martes el procesamiento contra el expresidente argentino Alberto Fernández por violencia de género contra su expareja, Fabiola Yáñez.

Horas antes de que se conociera esa decisión judicial, la defensa de Fernández presentó una denuncia contra Yáñez, a quien acusó de mentir ante los tribunales y fraguar una “falsa denuncia” en su contra, informó el jueves el diario Clarín, que accedió al documento.

Fernández acusó a su expareja de actuar “con el patrocinio de abogados penalistas” para construir “un escenario falso” en el que él “la hostigaba, maltrataba y sometía”, y dijo que lo hizo para poder “involucrarlo en hechos propios de la violencia de género”. En su escrito pide que Yáñez “rinda cuentas por falso testimonio”.

Para el tribunal que ratificó el procesamiento, “hay fuertes motivos para sostener” que existieron “los hechos concretos y objetivos que fueron preliminarmente acreditados en la causa, que incluyeron lesiones y otras formas de violencia de género practicadas por quien mantenía una marcada desigualdad de poder” con Yáñez, y “ciertamente fueron la causa de un marcado deterioro en las condiciones de salud de la víctima”.

Fernández está procesado por “lesiones leves y lesiones graves, agravadas por haberse cometido en un contexto de violencia de género y por amenazas coactivas”.

Pero el expresidente insiste en su inocencia y niega que las fotos que Yáñez envió a su secretaria, María Cantero, en 2021, en las que aparece con lesiones visibles, tengan que ver con violencia ejercida por él. Cuestiona además a Yáñez al afirmar que es “extraño” que su expareja no haya comentado una situación de violencia con sus allegados o “con los terapeutas que analizaban su enfermedad psiquiátrica y su adicción al alcohol”.

También acusa a Yáñez de extorsionarlo para obtener “dinero y beneficios” y de presionarlo mediante impedimentos para vincularse con el hijo que tienen en común.

El miércoles, después de que se confirmara su procesamiento, Fernández hizo declaraciones similares en una entrevista con Radio Splendid.

También reprochó que su expareja le haya transmitido a la opinión pública que “todas las políticas de género” que él impulsó y en las que dice creer, “eran una pantomima” suya, “un acto de cinismo”, y que lo dejó en “un lugar horrible, que es el lugar de un hombre que le pega a una mujer”. Asimismo señaló, como elemento a su propio favor, que sólo dos de los tres jueces del tribunal votaron el martes la ratificación de su procesamiento.

El expresidente cuestionó que en el chat entre su expareja y su secretaria, Yáñez enviara fotos con lesiones, y que al día siguiente la conversación entre ellas pasara a temas banales. “Dos psicóticas son”, remató, de acuerdo con La Nación.

Después de esa entrevista, la abogada que representa a Yáñez, Mariana Gallego, dijo que “fue nuevamente reproducida la impunidad total de sus dichos y la violencia” del expresidente. “Lo que dice y expone Alberto Fernández no es más que una nueva revictimización y, nuevamente, genera violencia contra Fabiola, su víctima”, afirmó Gallego, según citó Ámbito. “No se puede hablar de ciertas cosas y él lo hace para hostigarla, para revictimizarla”, concluyó.

“No suelo hablar de gente famosa que yo represento, por una cuestión de confidencialidad y porque además creo que la Justicia tiene que responder con sus fallos, no con la afinidad que uno tenga o no con los medios”, dijo la abogada. Pero señaló que en este caso, Fernández “utiliza con impunidad a los medios para seguir ejerciendo violencia con declaraciones” contra Yáñez, y usa también “a un niño que hace 16 meses está siendo cuidado exclusivamente por su madre, en el país donde ambos dijeron que iban a criar al niño”. Agregó que “la decisión de vivir en España fue [adoptada] en conjunto por ambos, hay documentación que lo confirma”.