En declaraciones radiales consignadas por medios locales este lunes, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, declaró que lograr el retorno de los rehenes que están en la Franja de Gaza no era el “objetivo más importante” de Israel en su guerra contra Hamas.
“Hay que decir la verdad. Que devuelvan a los rehenes no es el objetivo más importante. Necesitamos eliminar el problema de Gaza de una vez por todas. Recuperemos la confianza del pueblo y demostremos que podemos lograr nuestros objetivos y destruir a Hamas”, dijo el jerarca de extrema derecha, líder del partido Sionismo Religioso, que representa los intereses de las ramas más extremistas entre los colonos judíos.
“Tenemos que dejar de temer usar la palabra ‘ocupación’. No hay otra manera de lograr los objetivos de la guerra”, agregó Smotrich, quien ya se había mostrado plenamente a favor de reinstalar asentamientos en Gaza. También manifestó desde el inicio, al igual que la extrema derecha israelí, su apoyo al plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de desplazar a todos los palestinos de Gaza hacia países árabes.
Los dichos del ministro fueron respondidos por el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas que calificaron sus expresiones como una “vergüenza”, pero a pesar de su desagrado con las declaraciones, remarcaron que al menos el jerarca extremista estaba diciendo lo que pensaba a la opinión pública.
“El gobierno decidió entregar a los rehenes a sabiendas. Smotrich, la historia recordará cómo cerraste tu corazón a tus hermanos y hermanas en cautiverio y elegiste no salvarlos”, manifestaron los familiares de los rehenes en Gaza, de acuerdo a lo que consignó el portal israelí Ynet.
Mientras tanto, se espera que el gabinete israelí que encabeza el primer ministro Benjamin Netanyahu celebre una sesión este martes para determinar sus próximos pasos en Gaza tras el estancamiento de las negociaciones con Hamas.
El diario Israel Hayom informó que el gobierno esperaba que el aumento de los ataques contra Gaza y el bloqueo a la ayuda humanitaria presionaran a Hamas para que cambiara su postura y aceptara la propuesta del enviado estadounidense Steve Witkoff de extender la primera etapa del alto el fuego varias semanas a cambio de cinco cautivos.
En enero, Israel acordó un alto el fuego con Hamas, durante el cual más de 1.500 prisioneros palestinos fueron intercambiados por 25 rehenes israelíes y los cadáveres de ocho más. Los mediadores, incluida la administración Trump, esperaban que la tregua inicial allanara el camino para un fin integral de la guerra y la liberación de los rehenes restantes.
Sin embargo, Israel puso fin a la tregua a mediados de marzo de manera unilateral con un bombardeo que mató a cientos de personas. Al mismo tiempo, el gobierno de Netanyahu decidió enviar tropas terrestres para tomar el control de varias zonas de Gaza.
Desde entonces los bombardeos no cesaron y cada día decenas de palestinos, en su enorme mayoría civiles, están siendo asesinados. La cifra oficial de muertos supera largamente las 50.000 personas.
Este lunes, fuentes sanitarias palestinas informaron que al menos 40 personas murieron bajo los ataques israelíes en diferentes zonas del enclave de 365 kilómetros cuadrados de extensión, habitado por cerca de dos millones de personas, que se encuentra prácticamente destruido, sin acceso a servicios elementales de cualquier tipo.
También prosiguen, con mucho menor intensidad y letalidad, aunque con persistencia, las incursiones de las fuerzas israelíes en Cisjordania.
Este lunes, la agencia oficial palestina Wafa informó que un adolescente de 16 años fue herido de bala en el abdomen durante un operativo en un barrio de la ciudad de Hebrón. Otras personas también fueron heridas y algunas de ellas detenidas por los israelíes.
A propósito de esta situación habitual, la organización extremista Hamas emitió un comunicado este lunes, que fue consignado por la cadena qatarí Al Jazeera, en el que expresó que las operaciones de demoliciones de viviendas en varias localidades de Cisjordania revelan la verdadera intención israelí de imponer la anexión por la fuerza.
En un comunicado, Hamas afirmó que la política fascista de Israel formaba parte de su guerra genocida contra la Franja de Gaza, lo que violaba el derecho humanitario y el derecho internacional.
“La grave escalada en Cisjordania forma parte de un proyecto agresivo integral que requiere que nuestro pueblo y nuestras fuerzas se alineen en torno a la opción de una resistencia integral”, agregaron desde la entidad islamista en el comunicado.