La administración estadounidense que lidera el presidente, Donald Trump, reafirmó su política arancelaria y anunció este martes un nuevo arancel del 50% que se suma a las tasas previamente impuestas al gigante asiático, que es visto por el líder republicano como su adversario en el mercado mundial. Como resultado, algunos productos chinos podrían estar sujetos a un arancel de hasta el 104% para ingresar a Estados Unidos, medida que comenzará a regir efectivamente este miércoles.

En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Karoline Leavitt, portavoz de Trump, dijo que las nuevas tarifas ya están determinadas, aunque dejó entrever que podían variar si desde Pekín se contactaban para intentar llegar a un acuerdo.

Según manifestó la funcionaria, “si China se pronuncia, él [Trump] será cordial, pero hará lo mejor para el pueblo estadounidense y aplicará los aranceles del 104% esta noche”.

La semana pasada Trump anunció que los productos chinos se verían afectados por un arancel del 34% a partir de este miércoles. Antes, en febrero, en sus primeros anuncios de nuevos aranceles, que también alcanzaron a Canadá y México, el republicano ya había impuesto un impuesto del 20% a China, elevando el total al 54%. De esta forma, el arancel total impuesto a Pekín duplicaría el valor de las importaciones en el mercado estadounidense.

En respuesta al anuncio de Trump sobre una suba de los aranceles la semana pasada que alcanzó a más de 180 países y territorios, el gobierno chino anunció una represalia, efectiva a partir del jueves, del 34% sobre las importaciones estadounidenses. En la madrugada del martes, Pekín afirmó que “luchará hasta el final si Estados Unidos insiste en tomar el camino equivocado”.

Un comunicado emitido por el Ministerio de Comercio del gobierno que lidera Xi Jinping expresó: “China tomará contramedidas resueltas para salvaguardar sus derechos e intereses en caso de que Estados Unidos intensifique sus medidas arancelarias”.

En el texto, consignado por el diario local China Daily, publicado en inglés y que es parte de la cadena de medios pertenecientes al Departamento de Publicidad del Partido Comunista, se afirma que “la amenaza de escalada arancelaria de Estados Unidos contra China agrava su error y expone aún más su naturaleza de chantaje, algo que China jamás aceptará”.

Analistas señalaron que Pekín cuenta con amplias herramientas políticas para responder, incluyendo el aumento de los aranceles a las importaciones estadounidenses de energía y productos agrícolas, así como la ampliación de los controles a la exportación de minerales críticos como las tierras raras.

Pero mientras barajan estas opciones, en las últimas horas el gobierno de Pekín realizó movimientos tendientes a contrarrestar la ofensiva arancelaria lanzada por Trump.

Por un lado, el primer ministro chino, Li Qiang, mantuvo una conversación telefónica con la presidente del Ejecutivo de la Unión Europea (UE), la alemana Ursula von der Leyen. Según se informó en el portal oficial de la UE, los dos dirigentes mantuvieron un debate constructivo durante el cual hicieron un balance de las cuestiones bilaterales y mundiales.

En respuesta a la perturbación generalizada causada por los aranceles estadounidenses, Von der Leyen destacó la responsabilidad de Europa y China, como dos de los mercados más grandes del mundo, de apoyar un sistema comercial fuerte y reformado, libre, justo y basado en la igualdad de condiciones.

Además, en una publicación en su cuenta de X, el portavoz de la embajada china en India dijo que ambos países deben permanecer unidos para superar las dificultades ante los aranceles impuestos por Trump.

“La relación económica y comercial China-India se basa en la complementariedad y el beneficio mutuos. Frente al abuso estadounidense de los aranceles, debemos permanecer unidos para superar las dificultades”, dijo el portavoz Yu Jing, según consignó la agencia Reuters.

Mientras tanto, desde Estados Unidos, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, advirtió que la respuesta de China a los aranceles impuestos por Estados Unidos es “un error” porque cree que Pekín tiene “menos cartas en la mano”, dado que las exportaciones chinas a Estados Unidos son mucho mayores que las estadounidenses a China.

“Creo que es un gran error esta escalada china”, expresó Bessent en una entrevista con la cadena estadounidense CNBC. “¿Qué perdemos si los chinos nos suben los aranceles? Les exportamos una quinta parte de lo que ellos nos exportan a nosotros, así que tienen mucho para perder”, destacó el funcionario.