El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió en los últimos días en el Palacio de Planalto con los jefes de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y de la Policía Federal (PF), Luiz Fernando Corrêa y Andrei Rodrigues —respectivamente—, para pedirles explicaciones sobre una operación de espionaje contra Paraguay que comenzó durante la gestión del exmandatario Jair Bolsonaro, pero que prosiguió, sin el conocimiento de Lula, durante la actual administración.
De acuerdo a lo que informó Folha da São Paulo, Lula decidió convocar a los dos funcionaios luego de que tomara conocimiento público una acción secreta de la Abin para hackear a altas autoridades paraguayas en medio de las negociaciones por los montos pagados a Asunción por la energía que se produce en la planta hidroeléctrica de Itaipú.
El caso fue publicado por el portal de noticias UOL a fines del mes de marzo.
El encuentro entre Lula y los jerarcas de la Abin y la PF se realizó luego de que el gobierno emitiera un comunicado en el que atribuía la operación a la administración de Jair Bolsonaro.
Según trascendió, la reunión en Planalto entre Lula, Corrêa y Rodrigues fue muy tensa, y en ella quedaron de manifiesto las diferencias entre el jerarca de la Abin y el de la PF.
Investigadores de la PF señalan que la acción de espionaje contra Paraguay, si bien fue ordenada e iniciada durante el mandato de Bolsonaro, habría continuado durante los primeros meses del gobierno de Lula, con el conocimiento de Corrêa.
La acción contra Paraguay habría ocurrido meses antes de que el gobierno brasileño cerrara un nuevo acuerdo sobre los montos pagados al país vecino por la energía vendida a Brasil en mayo de 2024. La PF abrió una investigación para indagar en la operación y la filtración de datos confidenciales.
Mientras tanto, a comienzos de abril el Ministerio Público de Paraguay abrió una investigación para indagar el presunto espionaje de la Abin a los sistemas del gobierno paraguayo.
Según el texto emitido por la Fiscalía paraguaya, las “acciones tendrían como objetivo obtener información confidencial relacionada con las negociaciones tarifarias de la Central Hidroeléctrica de Itaipú, afectando presuntamente las oficinas de altos funcionarios nacionales, entre ellos, el Presidente de la República, miembros del Congreso, el cuerpo diplomático y autoridades de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad)”.
“Según el análisis preliminar, los hechos podrían ser constitutivos de los delitos de acceso no autorizado a datos, acceso no autorizado a sistemas informáticos e interceptación de datos, previstos en la legislación penal paraguaya”, señala el texto.
Mientras tanto, el Jornal do Brasilia informó que la semana pasada la Abin envió a Asunción a uno de sus oficiales con el objetivo oficial de “minimizar el impacto de las noticias que han sido publicadas en la prensa brasileña y paraguaya” sobre las actividades de espionaje que se perpetró durante el gobierno de Bolsonaro y que fueron confirmadas por Lula.
De acuerdo a lo que informó el diario asunceño Última Hora, la visita del funcionario de la Abin a Paraguay fue coordinada con el objetivo de reforzar compromisos bilaterales.
Además, de acuerdo a lo que informó el mismo medio, Brasil prosiguió los intentos diplomáticos de superar el incidente a través de su canciller, Mauro Viera, quien se reunió el viernes 11 con su par paraguayo Rubén Ramírez en la ciudad de Buenos Aires.
Según se informó desde Itamaraty, Vieira y Ramírez “discutieron formas de avanzar en la resolución de cuestiones bilaterales, como las negociaciones sobre el Anexo C del Tratado de Itaipú, obras de infraestructura y cuestiones de seguridad”.
También, según se expresó desde la cancillería brasileña, estuvieron en la agenda “las investigaciones en curso en Brasil para esclarecer una operación de inteligencia, previamente determinada en relación con Paraguay, cuyos resultados serán comunicados a las autoridades paraguayas tan pronto como se hagan públicos”.