El conservador Friedrich Merz anunció este miércoles que su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU, en alemán), llegó a un acuerdo de gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD).

A partir de mayo, las dos principales fuerzas políticas estarán a cargo de un gobierno con Merz como nuevo canciller. Antes, el SPD tiene que someter el acuerdo a votación de sus afiliados.

En su discurso, el dirigente dijo sobre esta alianza: “Es una señal muy fuerte y clara para los ciudadanos de nuestro país. Y también es una señal clara para nuestros socios de la Unión Europea. Alemania tiene un gobierno capaz de actuar y con poder para hacerlo”. Afirmó que el próximo Ejecutivo apuntará al centro político como camino para “resolver los problemas”.

La llamada “gran coalición” entre la CDU y el SPD, que son rivales ideológicos y los partidos más importantes de Alemania, ya tuvo varias ediciones y se repitió durante el período en que Angela Merkel fue canciller.

Aunque los dos partidos intentaron tomar distancia de un acuerdo de este tipo durante la última campaña electoral, finalmente esta alianza se presentó como la solución para formar gobierno.

Al hacer el anuncio, Merz dirigió su discurso a los alemanes, a Europa y también a Estados Unidos. Al presidente de ese país, Donald Trump, le manifestó públicamente: “Alemania está de vuelta, Alemania cumplirá los compromisos en materia de defensa y Alemania está dispuesta a reforzar su competitividad”.

“No se trata sólo de Alemania, se trata de Europa, de la Unión Europea. Y Alemania volverá a ser un socio muy fuerte dentro de la Unión Europea”, agregó Merz.

Acompañado por el referente del SPD, Lars Klingbeil, y por Markus Söder, el líder de la Unión Socialcristiana (CSU), que es la fuerza política equivalente a la CDU en el estado de Baviera, Merz dijo que las negociaciones para llegar a una alianza de gobierno se dieron en tiempos de tensiones globales: a la guerra de Ucrania, en la que “el agresor ruso” no muestra “ninguna voluntad” de “silenciar las armas”, se agregaron las decisiones en política comercial de Trump, que han “desencadenado nuevas turbulencias” con la imposición de fuertes aranceles a los productos de Europa y de otras regiones.

El dirigente alemán defendió una “respuesta europea común a la política arancelaria de Estados Unidos”.

En este contexto, “muchas fuerzas, dentro y fuera del país, trabajan [...] contra nosotros”, dijo Merz, y manifestó su voluntad de “hacer avanzar a Alemania”, que se enfrenta a “retos históricos”.

Según informó la Deutsche Welle, Merz se plantea como objetivos, además de reforzar la defensa europea ante la retirada de Estados Unidos, relanzar la economía, que hace dos años está en caída, y frenar el avance de la ultraderecha representada por Alternativa para Alemania (AfD), que sigue creciendo en las encuestas.

El dirigente prometió apoyo militar y diplomático a Ucrania frente a Rusia y, en el plano nacional, advirtió: “La política de los próximos años determinará en gran parte si seguiremos viviendo en una Alemania libre, segura, justa y próspera”.

Uno de los asuntos que han permitido crecer a la AfD es su discurso antiinmigrantes en momentos en que el ingreso de extranjeros es percibido como una crisis por los alemanes.

El futuro gobierno prevé un “nuevo rumbo para la política migratoria”, que termine con la inmigración ilegal, endurezca la normativa para obtener la nacionalidad y limite la reagrupación familiar, sin que esto altere las políticas de asilo.

Al mismo tiempo, el futuro canciller se propone hacer recortes de gasto en el Estado –a un ritmo de 2% por año hasta llegar a 8%– y reducir en 1.000 millones de euros los programas de ayuda al desarrollo y las donaciones a organizaciones internacionales. Sin embargo, tiene previsto aumentar el gasto en defensa en los próximos años y, para hacerlo, pactó con los socialdemócratas elevar el techo del endeudamiento para este rubro.

El acuerdo entre la CDU y el SPD, de 140 páginas, incluye medidas para impulsar el regreso de los trabajadores desempleados al mercado laboral y un aumento del salario mínimo de 12,82 a 15 euros la hora. Este pacto se alcanzó después de largas negociaciones, el martes, entre 19 representantes de los partidos involucrados.

En cuanto a los cargos en el futuro gobierno, la prensa alemana informó que está previsto que los conservadores ocupen el Ministerio del Interior y el de Relaciones Exteriores, mientras que los socialdemócratas mantendrán los de Defensa, Finanzas y Justicia.

Merz dijo que es consciente de qué está en juego en este momento y agregó: “Nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro de nuestro país, nos jugamos el futuro de la gente de nuestro país y nos jugamos el futuro de Europa”.