La mayoría de los gobiernos de los países de la Unión Europea (UE) se adhirieron este martes a una iniciativa planteada por el Ejecutivo conservador de Países Bajos en la que se insta a la Comisión Europea a actuar con “prontitud” y aprovechar las herramientas del Estado de derecho a su disposición para obligar al Ejecutivo húngaro que encabeza el primer ministro Viktor Orbán a rectificar y permitir la marcha LGTBI+ prevista para el 1° de junio.
La manifestación contra la transfobia y la homofobia, convocada por cinco organizaciones de derechos humanos, que se iba a realizar en una zona céntrica de Budapest, la capital húngara, fue prohibida por la Policía magiar el lunes con la anuencia del gobierno, basándose en una polémica legislación aprobada en abril que establece que la protección física, mental y moral de los menores prevalece sobre otros derechos fundamentales, incluido el derecho de reunión.
La norma impulsada por el gobierno de Orbán, uno de los más retrógrados de Europa, prohíbe “celebrar reuniones que violen” la legislación de 2021 que prohíbe “la representación y promoción” de la homosexualidad y la diversidad de identidades de género a menores de 18 años.
Esta es la primera vez que las autoridades policiales húngaras hacen uso de la ley, que fue severamente criticada por varios países de la UE, por jerarcas comunitarios y por entidades defensoras de los derechos humanos como un ataque al derecho de las minorías.
En el texto presentado ante la UE este martes, los países firmantes –Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Eslovenia, España y Suecia– manifestaron su preocupación por “las implicaciones de estas medidas para la libertad de expresión, el derecho de reunión pacífica y el derecho a la privacidad”.
Los gobiernos expresaron, además, estar “profundamente alarmados por estos acontecimientos que contradicen los valores fundamentales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y el respeto de los derechos humanos, establecidos en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea”.
“Respetar y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas, incluidas las personas LGBTIQ+, es inherente a la pertenencia a la familia europea. Esta es nuestra responsabilidad y el compromiso compartido de los estados miembros y las instituciones europeas”, enfatizaron en la declaración, consignada por agencias internacionales.
Con estos argumentos, los firmantes le solicitaron a “Hungría que revise estas medidas y garantice que los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos sus ciudadanos sean respetados y protegidos, cumpliendo así con sus obligaciones internacionales”.
“Compartimos la preocupación expresada por la Comisión Europea al respecto y pedimos a la comisión que haga pleno uso de forma expedita de las herramientas del Estado de derecho a su disposición en caso de que estas medidas no sean revisadas”, concluye la declaración.
El blog político alemán Verfassungsblog recordó que la ley húngara aprobada en abril por iniciativa de Orbán y sus aliados políticos de derecha y extrema derecha, antieuropeístas y con una fuerte afinidad con Moscú tiene un efecto disuasorio dirigido a los organizadores y participantes de cualquier reunión que las autoridades puedan interpretar como una manifestación en favor del colectivo LGTBI+ convocada para subvertir la prohibición.