El recrudecimiento de la ofensiva israelí en Gaza, que ya suma 53.600 muertos, causó nuevas reacciones de condena internacional, que esta vez apuntan a reflejarse en medidas específicas.
A pedido de 17 de los 27 países que integran la Unión Europea (UE), el bloque revisará el artículo 2 del Acuerdo de Asociación con Israel, que alude a la necesidad de respetar los derechos humanos. “Pondremos en marcha este ejercicio y, mientras tanto, depende de Israel desbloquear la ayuda humanitaria” para los gazatíes, que enfrentan una situación “insostenible, insoportable e inhumana”, dijo la alta representante de la UE para la Política Exterior, la ex primera ministra estonia Kaja Kallas, según informó Europa Press.
Kallas dijo que “es necesario ejercer presión para cambiar la situación”, y señaló que los ministros de Relaciones Exteriores del bloque discutieron también la posibilidad de aplicar sanciones a los colonos israelíes armados que atacan a la población palestina, pero que esta posibilidad “desafortunadamente” no prosperó.
De acuerdo con la agencia, la iniciativa fracasó por la oposición de Hungría, que es gobernada por el ultraderechista Viktor Orbán, un aliado del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Los países que promovieron la revisión del acuerdo con Israel advirtieron que “ha llegado el momento de dar un verdadero sentido al artículo 2”. Para José Manuel Albares, el ministro de Relaciones Exteriores de España, “la UE tiene que actuar con todos los instrumentos a su alcance para poner toda su presión diplomática sobre Israel” para terminar la guerra y llevar ayuda humanitaria a los gazatíes. “No podemos tolerar ni un minuto más lo que está ocurriendo”, dijo.
“Tenemos en estos momentos una operación militar que no tiene ningún sentido, salvo que se quiera convertir a Gaza en un inmenso cementerio. Tenemos una acción deliberada de Israel de impedir que entre la ayuda humanitaria y, por lo tanto, una hambruna inducida”, dijo Albares. “Ha llegado ya la hora de las acciones”, agregó, según la agencia Efe.
Kallas recordó que “hay miles de camiones detrás de las fronteras esperando”. La funcionaria señaló que “es dinero europeo el que ha financiado esta ayuda humanitaria, y tiene que llegar a la gente porque la situación es extremadamente grave”.
Según la Oficina de Coordinación de la Organización de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), el lunes Israel permitió que apenas nueve camiones con ayuda humanitaria ingresaran a Gaza. Debido a las restricciones israelíes, sólo cinco pudieron cruzar la frontera y no fue posible distribuir la ayuda humanitaria que llevaban, agregó. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha informado en otras ocasiones que se necesitan unos 200 camiones diarios para atender a la población de este territorio.
Este martes, Israel autorizó que ingresaran 100 camiones, pero el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que no fue posible “garantizar la llegada de esos suministros a los almacenes ni los puntos de entrega”.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) manifestó a su vez que “la intensificación de los bombardeos israelíes por aire, tierra y mar ha causado cientos de víctimas y un desplazamiento masivo”.
Medidas de España y Reino Unido
El Parlamento español aprobó, en el marco de este conflicto, una moción para empezar a tramitar una ley que disponga un embargo al comercio de armas con países que cometan crímenes de guerra o de lesa humanidad.
La iniciativa fue presentada por legisladores de Podemos, Sumar y el Bloque Nacionalista Gallego. Contó con el voto favorable del gobernante Partido Socialista Obrero Español y sus socios catalanes y vascos, y recibió la oposición del Partido Popular, Vox y Unión del Pueblo Navarro, que llegaron a acusar de “antisemitismo” a quienes la propusieron.
Ante la situación en Gaza, también Reino Unido anunció medidas este martes. El ministro de Relaciones Exteriores, David Lammy, anunció que se suspendieron las negociaciones para un acuerdo comercial con Israel, y agregó: “Vamos a revisar la cooperación”. Afirmó que “esto ha sido necesario por las acciones del gobierno de Netanyahu”.
Además, el gobierno británico anunció que el secretario de Estado para Medio Oriente, Hamish Falconer, convocaría a la embajadora israelí en Londres, Tzipi Hotovely, para protestar por la “desproporcionada” actividad militar en la Franja de Gaza y por las 11 semanas de bloqueo a la ayuda humanitaria, algo “cruel e indefendible”. También instaría a Israel a detener la expansión y la violencia de los colonos en Cisjordania, según se anunció.
El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo ante el Parlamento que el gobierno está “horrorizado” por la escalada de esta ofensiva militar en la Franja de Gaza y llamó a un cese del fuego, a la liberación de los rehenes israelíes y al ingreso de ayuda humanitaria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí atribuyó las medidas del gobierno británico a una “obsesión contra Israel” y a “consideraciones políticas a nivel interno”.
Lejos de un diálogo
El gobierno de Netanyahu, además, anunció que “expandirá sus operaciones y ocupará más zonas” de la Franja de Gaza si el grupo islamista palestino Hamas no libera a los rehenes israelíes. Pero, en caso de que los libere, no hay un compromiso de terminar la ofensiva militar.
Netanyahu llamó a parte del equipo negociador que permanecía en Qatar para negociar con Hamas a volver a Israel. El fin de semana, Hamas manifestó que no hay “negociaciones reales” y que la delegación israelí en Doha sólo estaba allí para “engañar a la opinión pública internacional”.
El primer ministro y canciller de Qatar, Mohamed bin Abdulrahmán, acusó a Israel de “abortar las posibilidades” de una tregua. Dijo que días atrás, cuando Hamas liberó al soldado estadounidense-israelí Edan Alexander, el gobierno catarí pensó que “este gesto iba a abrir una puerta para terminar la tragedia” en Gaza, pero lo que siguió fue “una oleada de bombardeos aún más violenta, que ha provocado la muerte de miles de inocentes”. Durante un foro económico, Abdulrahmán dijo que la última ronda de negociaciones no llegó “a ninguna parte todavía debido a una brecha fundamental entre ambas partes”.
Según explicó, Israel “busca un acuerdo parcial que podría conducir a un acuerdo integral” más tarde, mientras que Hamas “busca un acuerdo único para poner fin a la guerra y liberar a todos los rehenes”.