El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de la República Argentina, que está a cargo de la jueza María Servini, citó este lunes a declaración indagatoria al gendarme Jesús Héctor Guerrero, identificado como el autor del disparo del cartucho de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo durante una marcha de jubilados realizada el 12 de marzo en los alrededores del Congreso, en la ciudad de Buenos Aires.

Como consecuencia del disparo, Grillo quedó en estado muy grave. Estuvo internado durante casi tres meses en el área de terapia intensiva del hospital Ramos Mejía debido a las múltiples fracturas de cráneo y a la pérdida de masa encefálica que le generó el disparo. Posteriormente, a comienzos de junio, fue trasladado a otro centro donde proseguirá con su rehabilitación.

De acuerdo con lo que dispuso la jueza Servini, Guerrero deberá presentarse a declarar el 2 de setiembre y además la magistrada dispuso la prohibición de salida del país para el efectivo, que se desempeña como cabo primero en la Gendarmería Nacional. Paralelamente, Servini ordenó la realización de la reconstrucción del hecho, peritaje que estará a cargo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con lo que informó La Nación.

Los objetivos de la pericia serán, entre otros, determinar la trayectoria y velocidad del proyectil que impactó en la cabeza de Grillo, establecer la posición del arma y el ángulo de tiro al momento del disparo, analizar si hubo algún rebote previo que haya alterado el recorrido del proyectil, y precisar las ubicaciones relativas entre Grillo y Guerrero en el momento del incidente.

Imágenes de los medios de comunicación mostraron que el disparo del arma antidisturbios fue casi en línea recta y que la granada disparada desde donde avanzaba la Gendarmería impactó en la cabeza del fotógrafo, que estaba agachado haciendo una toma.

Aunque Servini afirmó que ya existen elementos probatorios “contundentes” para avanzar en esta instancia procesal, consideró que la pericia es necesaria para reforzar la reconstrucción de la dinámica del hecho, informó eldiarioAR.com.

Hace pocos días se sumó a la causa un análisis fotográfico de la secuencia del disparo que se realizó con la recopilación de material audiovisual de diversas fuentes. También una reconstrucción por parte de los peritos científicos Rodolfo Guillermo Pregliasco y Martín Onetto, y el cineasta Alejo Fraile.

Ese estudio, presentado por los acusadores particulares, concluye que el disparo de la granada que impactó en la cabeza de Grillo fue “realizado de manera irregular, es decir, con un ángulo de tiro horizontal”, en dirección al fotógrafo y sin que hubiera ningún rebote. Según el informe, “no se trató de un incidente anómalo o extraordinario”, ya que las imágenes tomadas ese día mostraron muchos disparos por parte de distintos efectivos con idéntica modalidad.

Desde el gobierno de Javier Milei en todo momento se defendió el accionar de las fuerzas de seguridad que reprimieron la marcha ese día y se expresó que no hubo nada irregular en la actuación de los gendarmes. Horas después del hecho, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo el proyectil había sido disparado “como dicen los manuales” e hizo un gesto como si el disparo hubiera sido a 45 grados.