Este miércoles, en un evento realizado en el Palacio de Planalto, en Brasilia, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva presentó un paquete de medidas de emergencia para mitigar los efectos del aumento arancelario del 50% impuesto por Estados Unidos a los productos brasileños, especialmente a los bienes manufacturados y las materias primas.
El eje central de las medidas es la creación de una línea de crédito de 30.000 millones de reales —casi 5.600 millones de dólares— para las empresas que perdieron competitividad debido a la nueva política comercial estadounidense.
El paquete se definió tras sucesivas reuniones internas entre el gobierno y el sector productivo. La decisión final se tomó en una reunión con Lula el lunes, y los detalles se presentaron el martes a los líderes partidarios del Congreso, informó la revista Carta Capital.
Denominado Plan Brasil Soberano, el paquete se dirige a las empresas más afectadas por el aumento arancelario de Donald Trump. Además del crédito, las medidas incluyen la compra por parte del gobierno de productos no exportables y la exigencia de contenido nacional en los bienes producidos en el país.
El paquete también incluye un aplazamiento de hasta dos meses en el pago de impuestos y contribuciones federales, e incentivos para que las empresas busquen nuevos mercados.
En el discurso que dio al presentar las medidas, Lula se pronunció con firmeza contra las acciones de Estados Unidos.
“Nuestros amigos estadounidenses, cada vez que deciden pelear con alguien, intentan crear una imagen del demonio contra el que quieren luchar”, declaró el presidente.
“Estamos en un debate que no es económico, sino político e ideológico. La razón por la que el presidente estadounidense anuncia que castigará a Brasil es por culpa del expresidente [Jair Bolsonaro]. Si hubiera sabido la verdad, estaría felicitando al Tribunal Supremo brasileño por juzgar a alguien que intentó perturbar la democracia brasileña”, agregó Lula.
Opositores con empresarios del agronegocio
Ante una audiencia de inversores y empresarios del agronegocio, cuatro gobernadores de derecha considerados candidatos potenciales para la carrera presidencial del año que viene unieron fuerzas en sus críticas a Lula y se posicionaron como una “nueva generación” de líderes para el país.
En el evento denominado Uniendo Fuerzas para el Agronegocio, organizado por una entidad bancaria en San Pablo, estuvieron presentes los gobernadores de San Pablo, Tarcísio de Freitas (del partido Republicanos); de Goiás, Ronaldo Caiado (União Brasil); de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite (Partido Social Democrático); y el de Paraná, Ratinho Júnior, que integra el mismo partido que Leite.
Aunque el tema del encuentro era la agroindustria, la reunión se convirtió en una vitrina para que los gobernadores demostraran los resultados de sus administraciones en el ámbito económico, en temas como la privatización, el ajuste fiscal y las reformas administrativas.
En varios momentos, el público aplaudió cuando hubo críticas al gobierno federal.
El paulista Tarcísio de Freitas recibió el apoyo de los líderes empresariales al afirmar que el mundo tiene “las puertas abiertas para Brasil”, pero que el país ya no puede tolerar la actual administración.
“Brasil ya no puede tolerar el gasto excesivo. Brasil ya no puede tolerar más subidas de impuestos. Brasil ya no puede tolerar la corrupción. Brasil ya no puede tolerar al Partido de los Trabajadores. Brasil ya no puede tolerar a Lula”, declaró el gobernador entre aplausos.
A pesar de no presentarse como candidato presidencial, Freitas es uno de los nombres que más fuerza tiene para enfrentar a Lula en las elecciones del año que viene.