La jueza Sandra Heredia, que condenó el lunes a Álvaro Uribe por sobornar testigos en un juicio, leyó este viernes la sentencia que le corresponde al expresidente. Anunció que deberá cumplir 12 años de prisión domiciliaria y más de ocho de inhabilitación para ocupar cargos públicos. Además, Uribe deberá pagar una multa de 3.400 millones de pesos colombianos, unos 822.000 dólares.
Heredia le concedió prisión domiciliaria al dirigente de 73 años y dispuso su “traslado inmediato” a su casa en el departamento de Antioquia.
El lunes, Heredia leyó durante más de diez horas un fallo en el que declaró al expresidente culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
Esta investigación comenzó hace más de una década, cuando el legislador de izquierda Iván Cepeda preparaba una denuncia en el Senado contra Uribe por sus supuestos vínculos con paramilitares.
Por entonces, en 2012, Uribe acusó a Cepeda de manipular a testigos para que declararan en su contra, pero cuando la Justicia investigó esta denuncia, concluyó que fue el propio expresidente el que intentó que los testimonios lo favorecieran y perjudicaran a Cepeda.
Según el fallo en su contra, Uribe recurrió a terceras personas –sus abogados– para que contactaran a paramilitares que cumplían condenas en prisión y les ofrecieran beneficios a cambio de un testimonio favorable.
Dirigentes del gobernante Pacto Histórico valoraron que la Justicia se impuso pese a que Uribe es una figura poderosa en Colombia. El legislador Alejandro Toro dijo que el fallo envía el mensaje de que “nadie está por encima de la ley”, y señaló que Uribe cometió “dos delitos muy graves: fraude procesal, tratar de engañar a la Justicia, y soborno de testigos, manipular los testigos para hacerle daño a alguien, en este caso el senador Iván Cepeda”.
La senadora María José Pizarro, posible candidata a la presidencia en las próximas elecciones, dijo que “el país debe tener claro que no nos mueve un afán de venganza, nos mueve un afán de justicia, de verdad, que son el camino hacia la reconciliación”. Destacó, además, que Uribe contó con “todas las garantías” a lo largo de los años que duró el proceso.
Por el contrario, el expresidente, que todavía puede apelar la sentencia, dijo que el juicio fue sesgado y que “eso lo tiene que considerar la Justicia nacional, los órganos competentes y la Justicia internacional”.