Con los votos favorables de la ministra del Supremo Tribunal Federal (STF), Cármen Lúcia, y del ministro Cristiano Zanin, la Primera Sala del órgano máximo de la Justicia brasileña llegó este jueves a conformar una mayoría de 4-1, y confirmó así la condena del expresidente Jair Bolsonaro y de sus allegados más cercanos en la trama golpista de 2022.
El martes, en la primera sesión de la semana del STF para tratar el caso, el relator del caso, Alexandre de Moraes, y Flávio Dino habían votado a favor de condenar a Bolsonaro, y el miércoles, tal como se preveía, el ministro Luis Fux, luego de una larguísima argumentación de 14 horas de extensión, se opuso a la condena del grupo golpista.
Fux expresó, entre otras cosas, que “no hay golpe de Estado sin que el gobierno electo sea derrocado”, y pidió además que el juicio sea declarado nulo por entender que el STF no tiene competencia para tratar el tema, que, según su parecer, tendría que ser juzgado por instancias menores.
Pero este jueves, la ministra Lúcia expresó durante su argumentación que existen pruebas cabales de que Bolsonaro lideró la trama golpista y votó a favor de la condena.
“La discontinuidad en la historia política de Brasil se deriva de rupturas constitucionales, institucionales y políticas”, afirmó la ministra. “Los hechos de la acusación no fueron negados en esencia”, enfatizó, de acuerdo a lo que consignó el portal Brasil 247.
Lúcia afirmó que los ataques vandálicos producidos por seguidores bolsonaristas el 8 de enero de 2023 en la Plaza de los Poderes de Brasilia “no fueron un evento trivial” y que “los sucesos ocurridos durante más de un año y medio que incitaron al vandalismo justifican una respuesta penal”.
El último integrante de la Primera Sala del STF que explicó su voto favorable a la condena de Bolsonaro y de los otros imputados integrantes del núcleo más cercano al exmandatario fue Cristiano Zanin, tras lo cual la sesión se dio por finalizada.
Este viernes, de acuerdo a lo que está establecido, todos los integrantes de la Primera Sala debatirán sobre la extensión y las condiciones de las penas de los condenados, que no serán iguales debido a las niveles de responsabilidad encontrados durante la investigación promovida por la Fiscalía General de la República tras una extensa investigación de la Policía Federal.
La condena de Bolsonaro generó una enorme serie de reacciones, tanto en Brasil como en el exterior.
La expresidenta del Partido de los Trabajadores y actual ministra de Relaciones Institucionales del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, Gleisi Hoffmann, dijo que “la condena de Bolsonaro y sus cómplices por parte del STF expresa la fuerza de la democracia y la soberanía nacional”.
“Fueron condenados en el debido proceso, con pruebas contundentes de los crímenes que cometieron. Es una decisión histórica y sin precedentes, que garantiza que nunca más se atrevan a socavar el Estado de derecho y la voluntad popular expresada en las urnas”, agregó la jerarca.
Muy diferente fue la opinión del gobierno estadounidense que encabeza Donald Trump, que se comprometió a responder a la determinación de la Justicia brasileña, en un comunicado emitido este jueves por el secretario de Estado, Marco Rubio.
“La persecución política del sancionado violador de derechos humanos Alexandre de Moraes continúa, ya que él y otros miembros del Supremo Tribunal Federal (STF) decidieron injustamente encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro”, expresó el jefe de la diplomacia de la Casa Blanca en un mensaje en su cuenta de X.
“Estados Unidos responderá adecuadamente a esta cacería de brujas”, agregó Rubio, quien de todas maneras no dio más detalles sobre posibles represalias estadounidenses contra Brasil ni contra las autoridades vinculadas al juicio.