Nacional
Plan y fantasía
“Qué importa que nos apaguen la luz, Sendic ilumina el camino”. Así decía un grafiti urgente en aquel 1989 bisagra que estábamos viviendo. Veníamos de la derrota del voto verde y nos esperaban duros golpes ideológicos con la caída del muro de Berlín, el desbarrancamiento de la revolución sandinista y la crisis de la Cuba socialista. También era un año de sequía y apagones programados, que los jóvenes aprovechaban para desafiar las razias cotidianas. La muerte del Bebe nos tomó por sorpresa, de la misma manera que nos sorprendió con sus planteos al salir de la cárcel.