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Laura Petrecca

Laura Petrecca

Foto principal del artículo 'Síndrome, belleza, fantasía' · Ilustración: Señor Fernández
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Síndrome, belleza, fantasía

Qué es París cuando nos sacudimos la postal, cuando empieza a aparecer lo podrido, lo oculto, lo difícil. ¿Puede convivir lo bello con la realidad? En este ensayo, Laura Petrecca hace un cruce de mirada artística con experiencia migrante. Un texto que deambula entre síndromes japoneses, ratones de Montmartre, imaginarios poéticos de antaño y la crudeza de la gentrificación
Foto principal del artículo 'El valor de lo inútil' · Ilustración: Santiago Giani
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El valor de lo inútil

Los coleccionistas de arte pueden dar valor monetario a las obras, disparar sus precios y apoyar la carrera de un artista. Como en todos los coleccionismos, siempre está el interés en tener algo más. El reverso del coleccionismo de arte es el dinero. El dinero genera respeto, el dinero impresiona y es una presencia fantasmagórica que no deja de inquietar en un medio en el que la autenticidad tiene mérito
Foto principal del artículo 'Semilla fuerte' · Ilustración: Rosita Schandy
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Semilla fuerte

Se piensa la libertad como un componente esencial para el arte. Poner afuera el ridículo, el absurdo, encontrar nuevos formatos y posibilidades, volverse un terreno de cuestionamiento en el que todo es posible. Pero ¿qué significa realmente? ¿Cuáles son sus alcances y límites en tiempos de cancelación? La escritora argentina Laura Petrecca ensaya aquí algunas respuestas sensibles y articuladas: la clave reside en dejarse afectar, navegar en una práctica viva e inesperada en la que el otro es fundamental.
Foto principal del artículo 'El arte de irse' · Ilustración: Elreina
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El arte de irse

A partir del trauma colectivo de la Segunda Guerra Mundial, las artes, en particular las artes plásticas, mutaron en formas abstractas; ya no se buscó representar el mundo —el horror era un imposible— sino experimentar hacia formas de lo efímero: el devenir como fragilidad e indeterminación. Se buscó escapar, también, de las tiranías del mercado. Artistas como la brasileña Lygia Clark y las estadounidenses Agnes Martin y Lee Lozano extremaron este movimiento al punto de renunciar al mercado del arte, abriendo caminos nuevos que, paradójicamente, revalorizaron su obra.