El ministro de Desarrollo Social (Mides), Martín Lema, y la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, anunciaron el martes que a partir del 1° de enero se implementará el Bono Social de la Energía Eléctrica. El plan supone un porcentaje de descuento de la tarifa y está destinado a usuarios de los programas de la Tarjeta Uruguay Social doble, con un descuento de 90%, y simple, con 85%. También abarca las Asignaciones Familiares del Plan de Equidad y el Plan de Asistencia a la Vejez, que tendrían una reducción de 80%. En los casos de las dos primeras prestaciones, las familias de uno a cuatro integrantes deben tener un máximo de consumo mensual de 250 kWh, y si son cinco o más personas pueden tener hasta 300 kWh.

Lema dijo a la diaria que el bono permitiría a quienes están dentro del sistema de UTE tener “un desahogo”, mientras que a las personas que obtienen de forma irregular el servicio se les da un “mayor incentivo” porque “de repente tienen voluntad de pago”, pero “su poder adquisitivo no les permite” acceder a las tarifas “tal como están hoy planteadas”. Indicó que la nueva prestación se brindará bajo “parámetros objetivos”. “Si para el Mides una situación es vulnerable y accede a determinadas prestaciones, debería ser la misma que se hace en otro organismo del Estado. Sería ilógico que el Mides contemple una situación de vulnerabilidad y para UTE sea otra, o viceversa”, comentó.

El Mides planteó en un comunicado que deberá remitir de forma mensual a UTE la nómina de “cada categoría de participantes”. Después, la empresa estatal identificará a quienes estén incluidos y “validará el cumplimiento de las restantes condiciones”, para finalmente aplicar los descuentos. Se agrega que el bono destinará “un beneficio de unos 20 millones de dólares” al año. Emaldi aseguró que a partir de enero habrá 100.000 beneficiarios y que a lo largo del próximo año se pretende incorporar a otros 40.000.

Tarifa de consumo básico

Emaldi manifestó que el próximo jueves el directorio analizará la permanencia del plan de tarifa de consumo básico de UTE, que sirve en hogares que tienen consumos reducidos de energía eléctrica, con un precio menor que la residencial simple o la inteligente de doble horario. El director de UTE, Felipe Algorta, adelantó a la diaria que el ente energético no permitirá el ingreso de nuevos clientes.

La presidenta de la empresa afirmó que quienes tienen la tarifa de consumo básico la mantendrán, y sostuvo, en referencia al bono social, que “son temas bien distintos” y que la medida implementada en conjunto con el Mides “tiene que ver con atender a los más vulnerables” y “efectivamente dedicar los dineros del Estado a quienes más lo necesitan”.

Durante la reunión del jueves, también se discutirá el ajuste de tarifas para el año entrante. “Recordemos que este año el ajuste fue 5% y la inflación tiene unos tres puntos por encima, lo que quiere decir que en términos reales hemos bajado 3% el costo de la energía”, expresó Emaldi. No adelantó cifras, pero planteó que la propuesta dirigida al Ministerio de Economía y Finanzas “va a ser por debajo de la inflación”.