Dirigentes del Frente Amplio (FA) están molestos con Néstor Erramouspe, el alcalde de La Floresta (Canelones), y la idea de que renuncie al cargo toma fuerza entre algunos sectores de la oposición, pese a que no hay unanimidad respecto del tema. Recientemente, una investigación de la Intendencia de Canelones concluyó que Erramouspe, perteneciente al Partido Comunista del Uruguay (PCU), ejerció violencia laboral y de género contra funcionarias del municipio, pero, como no se trata de un funcionario de carrera, no es pasible de que se le instruya un sumario.

La comuna tomó la decisión de enviar un equipo de psicólogos y médicos ocupacionales al municipio para evaluar la situación, además de remitir los resultados de la investigación a la Junta Departamental de Canelones, en donde se instaló una comisión investigadora sobre este y otros temas que involucran a Erramouspe. Allí se analizan otras dos investigaciones administrativas en curso, una por presuntas irregularidades en el manejo de ollas populares y otra por una supuesta deuda con una empresa que realizó una obra en el municipio.

La intendencia también presentó dos denuncias penales, una por el tema de las ollas populares, a raíz de una denuncia pública realizada por el diputado del Partido Nacional Alfonso Lereté, y otra porque un concejal del FA planteó que se le falsificó su firma.

En este contexto, y luego de que la comuna haya enviado a una abogada para que se encargara de las tareas administrativas del municipio, lo que podría calificarse como una intervención, el alcalde se tomó su licencia anual, que terminaría en noviembre.

Sin embargo, en Canelones el FA no tomó una decisión sobre el asunto y dirigentes de varios sectores consultados por la diaria apuntaron que el PCU se mantiene reticente a pedirle la renuncia al alcalde, posibilidad que fue sugerida por otros integrantes de la coalición de izquierda.

Según supo la diaria, en la interna se resolvió que si no se llega a una decisión de aquí al final de su licencia anual, se le pedirá que vuelva a solicitar licencia, aunque ya será sin goce de sueldo. Entre las situaciones que expusieron los dirigentes consultados, se planteó que hay “un problema de relación política en el concejo del municipio, entre los propios frenteamplistas”, y se cuestionó la forma en la que, presuntamente, se maneja Erramouspe. Si bien se entiende que “no se robó nada”, sí se percibe que “es desprolijo”. “Pretende manejar el municipio como se maneja el boliche de la esquina”, dijo una fuente.

El tema continuará en la órbita de la Mesa Política y si con base en la comisión investigadora las investigaciones administrativas o por vía judicial “se descubre que tiene una conducta desajustada”, probablemente se lo envíe al Tribunal de Conducta Política.

En cuanto al posicionamiento del PCU sobre el tema, hay quienes entienden que está en una postura de “defensa natural de un compañero de sus filas”, pese a que “cada vez está siendo más flexible”, mientras otros cuestionan “esa defensa a ultranza a costa de la imagen del FA”.