Sergio Abreu, actual secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), fue, según comentó el presidente Luis Lacalle Pou, el primer contacto de Alejandro Astesiano con la política. El excustodio, procesado por delitos relacionados con la falsificación de documentos que permitían a ciudadanos rusos tener el pasaporte uruguayo, terminó en la órbita de confianza del mandatario luego de haber pasado varios años trabajando para integrantes del Partido Nacional; sin embargo, este viernes Abreu aseguró que sólo fue su “chofer” y que no era una persona de su particular confianza.
El presidente, en una conferencia de prensa que convocó la semana pasada, momentos después de que se conociera la detención de Astesiano, había dicho: “Lo conocí en la campaña del 99, creo que manejaba la campaña de Sergio Abreu, trabajó en la campaña de [Luis Alberto] Lacalle [Herrera] de 2004, en 2009 había un equipo conformado y trabajó con nosotros en 2014. La responsabilidad es mía, siempre. Me conocen, saben que si hubiera tenido un indicio no le entrego lo más sagrado que tengo, que es mi familia”.
Este viernes, en una entrevista con Desayunos informales, Abreu comentó que a Astesiano “lo conocí de chofer, no era hombre de confianza ni nada por el estilo. Esa es la relación que yo tenía con él”.
Recordó que durante su período como canciller, desde 1993 hasta 1995, Astesiano no trabajó para él, pero sí lo hizo cuando fue ministro de Industria, Energía y Minería (MIEM), entre el 2000 y 2002. “Me manejaba el auto en la campaña del 2000 donde hicimos la Caravana de la Victoria, toda se hacía en ómnibus. Lo conocí en la campaña y después quedó conmigo de chofer dentro de los seis o siete choferes en el MIEM”.
Abreu subrayó que Astesiano no era una persona de su “confianza” ni “cercano a ningún tipo de intimidad, como puede ser en otros casos”, y remarcó: “No lo recuerdo ni siquiera en mi despacho arriba en el MIEM”. “Después se fue, porque yo me fui, y nunca más lo vi”, apuntó.
Además, consultado sobre si fue él quien presentó a Astesiano a la familia Lacalle, insistió con que no tiene recuerdos de él, y sugirió: “Como dicen los muchachos… en este caso, si te nombran, qué garrón”.
Aseguró que enterarse de las actividades delictivas de Astesiano le causó la “sorpresa que les causa a todos” este tipo de episodios y “tantos episodios similares”. Afirmó que de haber conocido los antecedentes o indagatorias del excustodio no lo hubiera contratado “ni soñando, no hubiera contratado gente que a pesar de no tener esas anotaciones pudieran tener algunos temas que no fueran de mi confianza”.
Sobre si considera que fue un error la decisión del presidente, dijo que no puede decir lo que podría haber pasado, pero sí marcó que “los años pasan y lo que a uno le ayudan los años es a no perder la capacidad de asombro”.