“Pensamos que el sistema político debe hacer suyo el sistema de los cuidados, que lo integren a sus plataformas y trabajen para difundir los derechos del cuidado”, manifestó Clara Fassler, integrante de la Red Pro Cuidados, en el marco del conversatorio “Fortalecimiento del Sistema Nacional Integrado de Cuidados en Uruguay. Hacia un compromiso nacional”. El evento tuvo lugar en el Centro Cultural de España el jueves y contó con la participación de integrantes del sistema político, la sociedad civil y de agencias del Sistema de las Naciones Unidas en Uruguay. 

Fassler recordó que la Red Pro Cuidados se conformó en 2013 y su objetivo fundamental fue “plantearse el tema de los cuidados y la forma de poder resolverlos”. En ese marco es que se propuso al poder político generar un programa nacional de cuidados, es decir, “un espacio estatal que lograra articular y potenciar el conjunto de acciones que ya se estaban realizando” pero, sobre todo, “generar conciencia en la población de que ser cuidado no es un beneficio, es un derecho”, esgrimió Fassler. 

La ley se consagró en 2015. Según la integrante del colectivo, además del cuidado como derecho ciudadano y no como “beneficio” para “sectores pobres de la población”, los principios de la ley fueron la “interinstitucionalidad”, porque “creemos que no hay política pública que se sostenga si no hay un diálogo permanente”, y la “universalidad” y la “equidad” de las prestaciones, porque “pretendemos que no importe la capacidad financiera de la familia y las personas, sino que el servicio sea equivalente”. 

“Aspiramos a que esto sea una política de Estado que se mantenga más allá de los partidos políticos y los colores que gobiernen”, manifestó. En acuerdo con ello se pronunció la actual directora de Cuidados del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Florencia Krall, designada a mitad del año 2021. También acordó con la necesidad de la interinstitucionalidad: “En las sociedades cuesta tomar estas políticas con una visión sistémica, pero todos tenemos que tomar conciencia de que tenemos que actuar como sistema”. “Solos no podemos, ninguno puede”, afirmó. 

Por otro lado, puntualizó en que la apuesta es a “la humanización”, que, según Krall, “es poner a las personas en el centro: todo lo concebimos desde allí”. En ese marco, dijo que están en el camino de “fortalecer” al sistema y que parte de los 50 millones de dólares de presupuesto otorgado por el Ministerio de Economía y Finanzas a primera infancia es para este sistema: “Para la ampliación de centros, de becas públicas en inclusión educativa y para los indicadores de calidad para los centros de primera infancia, que se venía haciendo en la gestión anterior”, enumeró.

Asimismo, afirmó que con la reciente aplicación del Programa de Apoyo al Cuidado Permanente “no sólo habilitamos nuevos centros para personas mayores”, sino que “realojamos a personas mayores en centros que no eran dignos” que “fueron cerrados sin orden judicial, por inspecciones entre el Mides y el Ministerio de Salud Pública”.

Lo que precedió y los “riesgos” de perder lo que fue

Según la socióloga Valentina Perrotta, actualmente el Sistema Nacional de Cuidados “está en riesgo”, “porque hay políticas desarticuladas, no hay un claro camino de metas y coberturas –como en primera instancia– ni indicadores de cómo se va a ir avanzando hacia la universalidad, que eso también está en riesgo”, argumentó. “Queremos tener indicadores de cómo este sistema va impactando en promover la autonomía económica de las mujeres”, complementó.

A su vez, la socióloga resaltó que la perspectiva de género también corre peligro. “Si la humanización implica pensar el cuidado como un don natural de las mujeres, un sacrificio, estamos retrocediendo una década o dos décadas en cómo entendemos los cuidados que pueden hacer las mujeres y los varones”. 

“No se hacen tortillas si no se rompen huevos: no hay posibilidad de funcionar si no hay plata”, dijo, por otro lado, Fassler, y resaltó la falta de financiamiento. En esa línea, para ella “hay que diseñar un sistema de financiamiento que nos permita la sostenibilidad en el tiempo de los sistemas de cuidados”, además de “dotarlo de recursos humanos formados” y “experimentar formas y los modelos que permitan ir acercándose cada vez más a las necesidades que la propia población defina”. 

Carmen Asiaín, senadora por el Partido Nacional, reconoció al gobierno frenteamplista y a los impulsores de la ley, ya que la considera “como un derecho al usuario y a la familia”. Sin embargo, dijo que cuando la nueva gestión asumió encontró “problemas jurídicos”, porque “se consideraba relación laboral a la relación entre el cuidador y el usuario”. Por esa razón, Asiaín afirmó que “se está haciendo un plan piloto tratando de que los distintos cuidadores se nucleen en cooperativas para que se constituyan como persona jurídica”. 

Según la senadora, la gestión entrante también se encontró con una “falta de protocolo para recibir denuncias”. En cuanto a la falta de financiamiento esbozada por Fassler, dijo que el presupuesto “está, pero cuando no se aplica bien por estos errores de diseño, falla”. La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, también estuvo presente, y resaltó que es el momento para dialogar sobre el tema entre los distintos actores del sistema político, antes de que empiece la campaña electoral.