El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, apuntó contra la metodología del último reporte de la ONG Reporteros sin Fronteras sobre la libertad de prensa, luego de que Uruguay cayera del puesto 18 al 44 de 2021 a 2022. Este viernes la organización se pronunció en su cuenta de Twitter y aseguró que “es falso, como dice el gobierno, que los especialistas de nuestra investigación ‘tienen una agenda política’ contra él. Hay subjetividades inherentes a toda valoración cualitativa, pero en 2021 el análisis de nuestros expertos situó a Uruguay en el puesto 18º ya con este gobierno”.

“Uruguay no tiene un problema con la libertad de prensa. Reporteros sin Fronteras tiene un problema con su metodología”, opinó Da Silveira días atrás también en Twitter.

Según expresó en diálogo con los Medios Públicos, para el ministro hay variantes en el informe “que no son muy explicables”. Uruguay está en el puesto 44 y Argentina sube al puesto 29, indicó, y se preguntó “qué pudo haber pasado en un año” para registrar esos cambios, además de resaltar que hay países en donde se constató la persecución y muerte de periodistas que subieron en el ranking.

El ministro aseguró que Uruguay está “muy tranquilo” porque “no tiene problema con la libertad de expresión, con la libertad de prensa. Parece que Reporteros sin Fronteras tiene un problema con su metodología... pero eso lo tienen que evaluar ellos”.

La ONG comentó en la red social que tal como dijo el ministro, el ranking tuvo un cambio de metodología con el objetivo de “evaluar el ejercicio de la libertad de prensa de forma más contextualizada, considerando desde este año aspectos antes no analizados de cada país”. En este sentido, subrayan que se toman en cuenta factores como “el contexto social, político y económico, además de la seguridad de los periodistas y el marco legal de cada país”. Además, remarcan que se tienen en cuenta estos aspectos como forma de “contribuir a alertar a gobiernos y sociedades del impacto que tienen en el ejercicio de la libertad de prensa”.

En respuesta a Da Silveira, aseguran que “el nuevo indicador económico explica la pérdida de posiciones de Uruguay en el ranking porque los expertos uruguayos que participaron en la investigación la catalogaron como ‘difícil’”. Desde Reporteros sin Fronteras aclaran que ese indicador no analiza la situación económica general del país, “sino las restricciones económicas a la libertad de prensa relativas a políticas gubernamentales (complejidad para crear un medio independiente, ayudas estatales), a anunciantes y a propietarios de medios”.

Además, señalan que hay otros factores, como “la dificultad de acceso a la información, procesos judiciales e intimidaciones a periodistas de investigación, sobre todo por parte de actores políticos”, que “también han contribuido a la puntuación obtenida por Uruguay en 2022”.

Tras analizar cómo algunos países “garantizan la libertad de información con toda su complejidad y con criterios actualizados” es que ha habido varios cambios en el ranking. Eso explica también cómo “países donde la seguridad física de los periodistas es grave y preocupante pueden haber ganado posiciones en la Clasificación anual en relación al año pasado”.

Es decir que no se debe a que los periodistas estén más seguros en esos países, “sino a que otros factores han sido tenidos en cuenta y a que la clasificación establece posiciones relativas entre los países”.

Según el informe de la ONG, en el apartado de la seguridad Uruguay ocupa el puesto 30º y en el marco legal, el 20º, ubicándose entre las mejores posiciones de la región.

Reporteros sin Fronteras termina su comunicación aclarando que sus representantes tuvieron una reunión en la que dialogaron al respecto con el ministro y el presidente del Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional. “Fue una conversación constructiva, a la que esperamos siga un diálogo fructífero de cara al futuro”, describieron, y aseguraron que a la ONG nunca le interesó “la polémica, sino el trabajo, la cooperación y el cambio positivo”.